BRUSELAS.- Los ocho partidos que negocian la formación de un gobierno en Bélgica franquearon una "primera etapa decisiva" hacia una salida de crisis, anunció la noche del miércoles al jueves el socialista francófono Elio Di Rupo, quien dirige las negociaciones.
"Los ocho partidos lograron sortear juntos los obstáculos que han creado las dificultades de los últimos días. Han logrado un consenso sobre los diversos aspectos relativos a BHV (Bruselas-Halle-Vilvoorde)", reveló.
BHV es el distrito electoral bilingüe que reúne a Bruselas y su periferia. Está enclavado en Flandes y se encuentran en el centro de las disputas entre las comunidades flamenca y valona francófona, que amenazan con dividir en dos a ese país europeo.
La declaración de Di Rupo vino al término de una jornada de tensas negociaciones. Previamente, el actual Primer Ministro, Yves Leterme, quien dirige el gobierno mientras se desarrollan las conversaciones, anunció que dejará su cargo para adoptar responsabilidades en la OECD.
Agrupaciones políticas flamencas reclaman desde hace años la escisión de Bélgica y la formación de un Flandes autónomo dentro de la Comunidad Europea.
"Incluso si el trabajo está lejos de haber acabado y que faltan numerosos debates, la etapa superada hoy en cuanto al BHV, la reforma del Senado y el voto de los belgas en el extranjero es un paso importante", agregaron los negociadores.
Las tratativas intentan encontrar un compromiso desde mediados de agosto bajo el liderazgo del socialista francófono Elio Di Rupo, favorito para convertirse en el próximo primer ministro.
El comunicado de prensa no da detalles sobre el contenido del acuerdo, elaborado tras 10 horas de discusiones y cuando las negociaciones parecían a punto de romperse al comenzar la jornada. El riesgo hizo que el rey Alberto II (Bélgica es una monarquía constitucional) interrumpiera intempestivamente sus vacaciones en Francia y regresara a Bruselas.
El factor dinero
Según los elementos del compromiso revelados por los medios belgas, los flamencos obtendrían la división del distrito bilingüe, a cambio de fondos suplementarios para Bruselas, ciudad francófona cuyas finanzas están agotadas.
Sólo los francófonos que viven en seis enclaves contiguos a Bruselas podrán votar en el futuro por los candidatos francófonos de la capital en las elecciones legislativas.
En cambio, una "comunidad urbana" que incluirá Bruselas y su periferia será creada, lo que evitará aislar completamente en Flandes a los ciudadanos francófonos que allí viven.
Según el comunicado, las discusiones se reanudarán la tarde del jueves en torno a otras cuestiones importantes que resolver: la transferencia de nuevas competencias a las regiones, reclamadas por Flandes, y una revisión del sistema de financiación de las regiones y del Estado federal.
Desde el mes de abril, el país es gobernado por un gobierno encargado sólo de la gestión de los asuntos corrientes, debido a las divergencias entre francófonos y holandófonos sobre el futuro del país y a su incapacidad para formar un gobierno que ejerza el poder plenamente.