ROMA.- Unos 300 inmigrantes provenientes de Túnez llegaron la noche del sábado a la isla italiana de Lampedusa, marcando un aumento de este flujo a pesar de un acuerdo entre Roma y Túnez para disuadir a los indocumentados y hacer sistemáticas las repatriaciones.
En total, 287 personas llegaron en tres embarcaciones diferentes, según las autoridades locales. Los guardacostas rescataron los pasajeros de dos de ellas que se encontraban a la deriva con 167 personas a bordo, de las cuales 4 mujeres y numerosos niños.
La tercera embarcación con 120 tunecinos a bordo, entre los cuales numerosos menores, debió ser escoltada por la policía de aduanas hasta Lampedusa.
Los inmigrantes fueron trasladados hasta un centro de recepción de urgencia en la isla donde ya están alojadas actualmente 1.500 personas y que está al límite de su capacidad.
La asociación de comerciantes y de operadores turísticos de la isla pidió el sábado al gobierno de Silvio Berlusconi que los inmigrantes sean trasladados a otros centros, para no convertir a Lampedusa en una "prisión al aire libre" para "miles de inmigrantes".
En los últimos días, el ministro italiano del Interior, Roberto Maroni afirmó no estar preocupado por el repunte de este flujo y consideró eficaz el acuerdo firmado con Túnez para ayudar a este país a impedir la emigración ilegal.
Además de un apoyo logístico de parte de Italia, el plan contempla también una repatriación sistemática de los clandestinos tunecinos.
En un principio y después de la firma del acuerdo, el flujo de migración entre Túnez e Italia había efectivamente disminuido antes de volver a aumentar últimamente.
Según cifras oficiales, a fines de julio, Italia contabilizaba 24.769 inmigrantes llegados de Túnez, a los cuales se agregaban 23.267 refugiados provenientes del África al sur del Sahara llegados a través de Libia.