Partidarios del Partido Pirata celebran el importante logro conseguido hoy en Berlín.
ReutersBERLÍN.- El Partido Pirata protagonizó hoy una de las grandes sorpresas del año electoral alemán y entró por primera vez en un parlamento regional del país, al ganar nada menos que un nueve por ciento de los votos en los comicios de la capital, según las primeras proyecciones.
En una votación con final anunciado -la reelección del alcalde socialdemócrata Klaus Wowereit, que ganó con casi un 29 por ciento de los votos-, los piratas supieron beneficiarse de su propia imagen de juventud e inexperiencia y atraer así la ola europea de "indignados" con la política tradicional.
"Los ciudadanos buscan otra forma de hacer política, más honesta", dijo tras el cierre de las urnas el principal candidato pirata, Andreas Baum: "Nos haremos oír".
El presidente de la fuerza, Sebastian Nerz, fue menos medido ante la multitud eufórica que estalló en la sede del partido al conocer los primeros sondeos a boca de urna: "Es un día histórico para el Partido Pirata y para Alemania", sentenció.
El grupo de analistas Wahlen atribuyó el sorprendente éxito pirata sobre todo al descontento de los votantes con las fuerzas establecidas: sólo un diez por ciento los votó por sus propuestas, señalaron los expertos.
Para entender la dimensión del fenómeno pirata basta con contrastar sus votos con el 1,8 por ciento logrado por los liberales (FDP), socio en el gobierno federal de Angela Merkel, que quedó fuera del parlamento berlinés.
Apenas cinco años después de su fundación, los piratas compartirán así hemiciclo con la Unión Cristianodemócrata (CDU) de Merkel, que ganó más de un 23 por ciento, los poscomunistas de la Izquierda (más de un 11), los ecologistas Verdes (más del 18) y el SPD de Wowereit.
Pero, ¿quiénes son y qué quieren los piratas? El Partido Pirata alemán se fundó hace sólo un lustro, en septiembre de 2006. Seguía el modelo de los pioneros suecos, que en enero de ese año crearon la primera fuerza pirata con una bandera principal: el uso irrestricto y gratuito de contenidos en Internet.
La red era entonces un tema ajeno a los partidos establecidos. Pero en estos años toda fuerza política incorporó expertos en Internet, lo que forzó a los piratas a ampliar sus reivindicaciones a otros temas como una mayor participación ciudadana en la política, la legalización de las drogas o la separación entre Estado e Iglesia.
Es decir, un "cóctel" muy cercano al de la izquierda tradicional y, sobre todo, al de la "indignación" exportada por España a una Europa frustrada con la crisis de su moneda y la incapacidad de sus políticos para hacerle frente.
La cara visible de la campaña fue el joven Andreas Baum, electrónico de 33 años y cofundador del partido. "Podemos imaginarnos las sesiones del Senado transmitidas por Livestream en Internet", explicó para ejemplificar la mayor transparencia a la que aspira.
"Cuestionamos todo aquello que tenga lugar a puertas cerradas. Luego reflexionamos por qué algo no es público, si está justificado o si la información de los ciudadanos pesa más".
Con respecto a la droga, el joven cofundador del partido sostiene que "la política actual sólo financia la guerra de cárteles en México o a los traficantes" en Europa. Y propone que el consumo de estupefacientes se equipare legalmente al del alcohol.
Los piratas tienen unos 12.000 afiliados en toda Alemania y menos de un millar en Berlín. Pero los sondeos indican que son muchos más los seducidos por ese discurso y la imagen desenfadada del partido -Baum suele aparecer con una camiseta y vaqueros- en una de las capitales más alternativas de Europa.
También contribuye una campaña modesta e imaginativa, basada sólo en 12.000 carteles que, con una cuidada imagen "cool", combinan consignas serias con otras más bien irónicas. En uno puede verse a un candidato preguntando: "¿Por qué estoy colgado aquí? Mejor ni vayan a votar".
Los estudios indican que el "votante pirata" es varón, de entre 25 y 35 años, residente sobre todo en Berlín oriental y de cualquier nivel educativo. El rotundo éxito en las elecciones de hoy lo confirma: según las proyecciones, la fuerza logró un 15 por ciento de apoyo entre los votantes de 18 a 34 años.
