Primer Ministro de Turquía, Recep Tayyip Erdogan.
EFE.ANKARA.- Turquía rompió su diálogo con Siria y prevé sanciones contra el país vecino cuyo régimen reprime desde hace seis meses un movimiento de contestación, indicó el Primer Ministro turco el miércoles en Estados Unidos, luego de una entrevista con el Presidente estadounidense.
"He suspendido mis conversaciones con la administración siria. No habríamos deseado nunca llegar a esto, pero desgraciadamente esta administración nos empujó a tomar tal decisión", dijo Recep Tayyip Erdogan en una conferencia de prensa en Nueva York, citado por la agencia de prensa Anatolia.
Erdogan reafirmó que su país "ya no tiene confianza en la administración siria" a la que acusó de efectuar una campaña de desprestigio contra Turquía.
Por otra parte, subrayó que Turquía prevé imponer sanciones a Siria y que iniciaría conversaciones a este respecto con Washington que ya anunció tales medidas.
"Vamos a ver en coordinación con ellos (Estados Unidos) lo que podrán ser nuestras sanciones", señaló Erdogan.
Obama y Erdogan, que se entrevistaron al margen de la Asamblea general de la ONU "hablaron de la necesidad de una mayor presión sobre el régimen (del Presidente Bashar al Assad), para lograr una salida que responderá a las aspiraciones del pueblo sirio" declaró Liz Sherwood-Randall, consejera de la presidencia estadounidense.
Por otra parte, Erdogan agregó que viajaría dentro de poco a la provincia turca de Hatay (sur) para visitar allí los campamentos donde están instalados desde abril unos 7.000 refugiados sirios que huyeron del conflicto en su país.
Erdogan que durante su administración ha dado a Turquía la estatura de potencia regional, no se ha privado de criticar al régimen de Siria.
Durante un viaje a los países de la llamada "Primavera árabe" la semana pasada, había afirmado que "cuando el balance de civiles muertos no cesa de aumentar en Siria, constatamos que las reformas no se han concretizado y que (los dirigentes) no han hablado de manera honrada".
"El pueblo sirio no cree en Asad, yo tampoco. Ya no le creemos", había agregado, signo de que los vínculos privilegiados creados entre su gobierno islámico-conservador y Siria, se encuentra en su más bajo nivel.