BOGOTÁ.- Dos policías y un presunto miliciano de la guerrilla del ELN murieron y un número indeterminado de rebeldes resultaron heridos en dos enfrentamientos armados en el departamento colombiano de Arauca, fronterizo con Venezuela, informaron el viernes fuentes policiales y militares.
Durante los combates de la jornada, los guerrilleros intentaron lanzar cilindros-bomba (balones de gas con explosivos) contra dependencias militares en la localidad de Fortul, pero fallaron: uno de los artefactos estalló antes de ser arrojado e hirió a varios de los atacantes, según la versión militar.
Las bombas "fueron manipuladas inadecuadamente, produciéndose la explosión de uno de los cilindros, que al parecer causó heridas", explicó el general Jaime Reyes, comandante del Ejército en la región.
El uso de este armamento no convencional ha sido rechazado por organizaciones de derechos humanos y la ONU. Varios ataques cometidos con estos artefactos han causado numerosas víctimas civiles y militares.
Enfrentamiento con policías
Las operaciones militares y policiales en la zona tienen como objetivo ubicar a una niña de 10 años que fue secuestrada. Es hija del alcalde de la población de Fortul y, según los primeros informes, fue raptada por integrantes de la otra guerrilla colombiana, las FARC.
En medio de los operativos, una patrulla que realizaba un control fue atacada por hombres de civil, quienes abatieron a dos policías. Uno de los agresores, presuntamente un militante del ELN, también falleció, de acuerdo a la versión policial.