CIUDAD DE MÉXICO.- La escalada de violencia en el estado de Veracruz, donde a las acciones del cártel de "Los Zetas" se sumó la aparición de un grupo ilegal que los persigue, llevaron al Gobierno de México a anunciar un plan que incluye el envío de más policías y militares y la creación de un mando único en la zona.
El drama que vive la zona sobre la costa del Golfo de México quedó al desnudo a fines de septiembre, cuando en una misma semana 32 presos escaparon de tres cárceles y 35 cadáveres fueron arrojadas en dos camionetas.
El plan "Veracruz Seguro" fue anunciado por el secretario de Gobernación (Interior), Francisco Blake, y el gobernador de Veracruz, Javier Duarte, a quien sectores de la prensa y de su propia colectividad, el Partido Revolucionario Institucional (PRI), acusan de minimizar la gravedad de la situación.
La principal decisión es "el despliegue de las fuerzas federales en todo el territorio del estado bajo un mando único federal", explicó Blake, quien dijo que las acciones en Veracruz no sólo apuntan a "Los Zetas".
Tras la aparición de los 35 cadáveres, un grupo de encapuchados autodenominado los "Matazetas" difundió un video en internet anunciando acciones para hacer justicia contra ese cartel.
"Quienes traten de hacer justicia por su propia mano o invadir al Estado en alguna de sus funciones intransferibles, se convierten en delincuentes y el gobierno les aplicará todo el peso de la ley", advirtió Blake.
El plan contempla multiplicar labores de inteligencia, patrullajes de zonas urbanas, reconocimientos aéreos y marítimos y establecer puestos de control en carreteras y accesos a ciudades.
Blake no precisó el número de policías y militares que se enviarán a Veracruz, pero el plan esbozado es similar a otro aplicado a fines de 2010 en el vecino estado de Tamaulipas (noreste), un poco más al norte y fronterizo con Estados Unidos.
En Tamaulipas se desplegó en noviembre de 2010 una fuerza de 4.000 militares y policías federales, incrementada en febrero con una cifra similar, para contener a Los Zetas y a sus rivales del cártel del Golfo.
Justamente a los intensos operativos en Tamaulipas se atribuye el desplazamiento de Los Zetas hacia Veracruz, donde se han multiplicado acciones criminales como balaceras a plena luz del día, secuestros y extorsiones.
"La situación de Veracruz es crítica. La infiltración de la policía estatal y municipal es gigantesca y la dejaron crecer en los últimos años, ahora está estallando", dijo a la AFP Samuel González, catedrático universitario que fue asesor de Naciones Unidas en temas de justicia y seguridad y se desempeñó en los años noventa como fiscal antidrogas.
Veracruz cuenta con unos 23.000 policías estatales y municipales pero su efectividad ha quedado bajo sospecha tras las detenciones de algunos mandos y agentes acusados de trabajar para Los Zetas.
El mismo martes, poco antes del anuncio del plan "Veracruz Seguro", se informó que 18 policías fueron detenidos en una operación que desbarató una red de Los Zetas.
Ese grupo criminal fue creado en los años noventa por militares mexicanos que desertaron para trabajar como sicarios y escoltas de capos del cártel del Golfo, con el que ahora se enfrentan en el noreste de México.
El cártel del Golfo, alarmado por las acciones sanguinarias y el poderío de Los Zetas, habría conseguido incluso el apoyo de otros grupos del narcotráfico para atacarlos.
Según reveló el martes en Washington Rodney Benson, jefe de inteligencia de la agencia antidrogas de Estados Unidos (DEA), los cárteles del Golfo, La Familia Michoacana y de Sinaloa, de Joaquín el 'Chapo' Guzmán, señalado como el capo más poderoso de México, se aliaron desde 2010 contra Los Zetas.
"Lo que hacen los otros cárteles, sobre todo el del 'Chapo', es empezar a utilizar las mismas estrategias paramilitares" usadas por Los Zetas, puntualizó.
