SANA.- El Presidente de Yemen, Alí Abdalá Salé, señaló el domingo de manera vaga que estaría dispuesto a dejar el poder durante su primer discurso relevante desde su regreso a Yemen, pero no habló sobre un plan concreto sobre el futuro del país.
Por su parte, la oposición yemení expresó sus dudas de que el ofrecimiento del Mandatario sea serio.
No es la primera vez que Salé expresa su disposición de abandonar el cargo tras ocho meses de protestas masivas que exigen su destitución.
Sin embargo, en varias ocasiones se ha negado a renunciar por el momento y rechazó un plan respaldado por Estados Unidos que buscaría su salida del poder.
En junio, Salé fue gravemente herido por una explosión en el palacio presidencial, después de lo cual fue llevado a Arabia Saudí para recibir atención médica.
Durante su ausencia, mediadores y grupos de la oposición buscaron convencerlo para que se quedara en el extranjero y cediera el poder a su vicepresidente, una manera de dar comienzo al acuerdo regional de transferencia de poder.
Salé se negó a hacerlo y regresó repentinamente a Yemen a finales del mes pasado.
Posteriormente se dio una violenta represión contra los opositores de Salé, con enfrentamientos a tiros en las calles de la capital yemení entre soldados leales a Ahmed —el hijo de Salé— y las unidades militares disidentes y tribus que favorecen a la oposición.
Mientras tanto, el veterano dirigente ha logrado soportar una fuerte presión internacional que exige su renuncia.
Sus nuevas declaraciones trasmitidas el sábado a través de la televisión estatal ofrecieron pocas pistas sobre cuáles son sus verdaderas intenciones.
Salé habló en una reunión de legisladores mostrando sus manos cubiertas con guantes médicos por las quemaduras que sufrió en las explosiones de junio.
El dirigente no saludó de mano a ninguno de sus invitados quienes en su lugar, saludaron al vicepresidente, que estaba a su lado.
"Nunca quise el poder. Repudiaré el poder en los próximos días, lo entregaré", agregó.
"Sin embargo, hay hombres que tomarán el poder. Son hombres que son veraces a sus promesas, ya sean militares o civiles, de que ellos asumirán el poder pero nunca podrán destruir al país", agregó.