SYDNEY.- Las autoridades de Nueva Zelandia calificaron el vertido de combustible del carguero Rena como el mayor desastre ambiental marítimo que ha sufrido el país después de que el barco tuviera hoy una nueva pérdida "importante" de su carga.
"La cantidad de combustible que ha sido vertido en las últimas 24 horas es cinco veces más que lo que se filtró al inicio (de la catástrofe)", aseguró el ministro de Medio Ambiente, Nick Smith.
La Autoridad Marítima de Nueva Zelandia (MNZ) indicó hoy en un comunicado que el nuevo vertido de combustible es de entre 130 y 350 toneladas.
Hasta ayer el Rena había vertido unas 20 de sus 1.700 toneladas de combustible después de naufragar en el arrecife de Astrolabe, a unos 12 kilómetros de la ciudad portuaria de Tauranga, en la Isla Norte.
Smith señaló que "la situación empeorará en los próximos días", según declaraciones recogidas por la cadena "TVNZ".
Las autoridades también evacuaron hoy a los 24 tripulantes del Rena tras recibir una llamada de auxilio ante el empeoramiento de las condiciones meteorológicas.
Olas de hasta cuatro metros golpean al Rena en una zona con vientos de entre 37 y 47 kilómetros por hora, informó la MNZ que prevé que las condiciones meteorológicas se mantengan durante la semana.
La marea negra se dirige hacia la playa de Mt Maunganui -donde ayer se detectaron las primeras bolsas de petróleo al igual que en la isla Matakana- así como al puerto de Tauranga, en la Isla Norte.
El coordinador de respuesta ambiental, Nick Quinn, advirtió sobre el empeoramiento de la situación ante la llegada de cantidades importantes de combustible a las costas.
En Mt Maunganui un centenar de personas limpia las bolsas de petróleo mientras la barcaza que se utilizaba para extraer el combustible del carguero tuvo que regresar a tierra a noche tras sufrir daños.
El ministro de Transporte, Stephen Joyce, reiteró el compromiso del Gobierno con la limpieza de las playas cuyo coste, que ha aumentado a millones de dólares, se cobrará a los dueños del carguero.
A principios de julio, las autoridades de China detectaron 18 fallas en el carguero de bandera liberiana, que tiene de 236 metros de eslora y 21 años de antigüedad, y determinó que la mayoría necesitaban atención urgente.
Ese mes, las autoridades australianas también detectaron 17 problemas en el Rena que debían ser resueltas sin falta, pero otra inspección realizada en Nueva Zelandia en septiembre solo halló oficialmente un problema relacionado a la implementación del sistema internacional de gestión de seguridad, informó la cadena "TVNZ".
El secretario general del Sindicato Marítimo neozelandés, Joe Fleetwood, dijo ayer en cambio que la MNZ había detectado varias deficiencias en el Rena, entre ellas problemas en el mantenimiento y la propulsión del motor principal.