SIRTE.- La secretaria de Estado norteamericana, Hillary Clinton, llegó el martes a Trípoli en una visita sorpresa mientras se libraban feroces combates con artillería pesada y cohetes en Sirte, el último bastión jaddafista.
Clinton es la primera responsable estadounidense de este nivel en viajar a Libia desde 2008. En ese entonces, Washington intentaba establecer nuevas relaciones con el ahora depuesto líder Moammar Jaddafi.
El objetivo del viaje de la personera norteamericana es fortalecer los vínculos con los nuevos dirigentes del país y promover la transición de Libia a una democracia.
Durante esta visita relámpago rodeada de estrictas medidas de seguridad, la secretaria de Estado se reunirá con el presidente del Consejo Nacional de Transición (CNT, ex insurgentes), Mustafá Abdel Jalil, el primer ministro Mahmud Jibril, así como con Alí Tarhuni, ministro de Finanzas y de Petróleo.
Su viaje a este rico país petrolero del norte de África tiene lugar después de las visitas del Presidente francés, Nicolas Sarkozy, de los primeros ministros británico David Cameron y turco Recep Tayyip Erdogan, así como de varios ministros británicos, italianos y canadienses.
En declaraciones realizadas en el vuelo de Washington a Trípoli, vía Malta, un alto responsable norteamericano del Departamento de Estado declaró que Estados Unidos deseaba instaurar nuevos vínculos con la población civil libia.
Entretanto, en el frente de Sirte, a 360 kilómetros al este de Trípoli, los combates eran cada vez más intensos en la mañana de este martes. Las fuerzas del CNT trataban de apoderarse de dos barrios aún en poder de elementos leales al coronel Jaddafi.
El objetivo del CNT es poder proclamar la caída de esa ciudad y por lo tanto la "liberación total" de Libia.
Los combatientes del CNT, en el límite de los Barrios "Dólar" y "Nº 2" donde están atrincherados los partidarios de Jaddafi, bombardeaban la zona con armas pesadas, mientras otros participaban en combates callejeros.
Los Jaddafistas respondían con ráfagas de ametralladora. "Hay muchos tiradores emboscados, es muy peligroso", gritó un miembro de las fuerzas del CNT.
"Hemos avanzado, estamos rodeando los barrios (Dólar y Nº 2) desde el este, el oeste y el sur", explicó otro combatiente en el frente Este.
"Antes teníamos problemas de coordinación entre Misrata y Bengasi, pero desde que ellos (nuestros comandantes) se reunieron hace dos días, los combates están mucho mejor organizados", según su camarada Abdel Basit Hadia, procedente de Misrata, al oeste de Sirte.
Los hombres fieles al régimen depuesto "nos disparan de todas partes, con tiradores emboscados, obuses de mortero y cohetes", dijo otro combatiente, Tahar Burzeza.
En el frente este, las fuerzas del CNT registraron al menos dos muertos y decenas de heridos en sus filas en sólo 40 minutos de combates. Unos diez heridos, dos de ellos graves, fueron señalados en el frente oeste, según Abdel Akim Saras, un médico que trabaja en un hospital de campaña.
A 170 km al sudeste de Trípoli, la bandera de las nuevas autoridades libias flotaba en las desiertas calles de Bani Walid, que el lunes cayó en poder de las fuerzas del CNT después de más de un mes de sitio.
El lunes, un jefe militar del CNT anunció que sus hombres controlaban "totalmente" la ciudad. Los combatientes se apoderaron del hospital y lograron desalojar a los gadafistas del aeropuerto.
"Mañana, las fuerzas de la brigada Jado irán a Sirte" para apoyar a sus camaradas, dijo Musa Yunes, jefe de las fuerzas del CNT en Bani Walid, refiriéndose a la brigada más importante en la ciudad.
A nivel humanitario, los civiles seguían intentando escapar de la zona de combates en Sirte. El lunes al anochecer, unas 30 personas -hombres, mujeres y niños- fueron evacuadas en camionetas por los combatientes del CNT.