LONDRES.- El Primer Ministro británico, el conservador David Cameron, afronta hoy la primera rebelión en las filas de su partido desde su llegada al poder por una moción que pide la celebración de un referéndum sobre la permanencia en la Unión Europea.
Los diputados debaten y votan hoy en la Cámara de los Comunes -a partir de las 12.30 horas e Chile- esta moción, firmada por 61 parlamentarios conservadores, pero a la que se opone Cameron, así como el Partido Laborista, primero de la oposición, y el Partido Liberal Demócrata, tercera formación que está en coalición con los "tories" (conservadores).
Si bien todo indica que la moción no prosperará, ya que los tres principales partidos han pedido a sus diputados que voten en contra, el respaldo que ha recibido de un gran número de parlamentarios conservadores supone una prueba de la autoridad de Cameron.
El ministro británico de Asuntos Exteriores, William Hague, expresó hoy su oposición a la moción y dijo que es "la pregunta equivocada en el momento equivocado".
En declaraciones a "Radio 4" de la "BBC", Hague afirmó que un plebiscito de este tipo puede crear más "incertidumbre económica en este país en un momento económico difícil".
El secretario de Estado admitió que él mismo ha defendido consultas de este tipo en el pasado y se ha opuesto a la moneda única europea, pero consideró que no es el momento adecuado de apoyar esta moción.
"Europa está en un proceso de cambio", por lo que un referéndum "no es la idea correcta", insistió Hague.
Como manera de atajar el ala más euroescéptica de su formación, Cameron ha impuesto una estricta disciplina parlamentaria y ha pedido a sus diputados que voten en contra, de lo contrario pedirá a los que decidan apoyar la moción y formen parte del Gobierno que dimitan de sus puestos.
El Premier señaló a la prensa ayer en Bruselas que este no es el momento de pensar en un referéndum sino en concentrarse en resolver la situación en la eurozona.
La votación de hoy amenaza con reiniciar las viejas rivalidades en el seno del Partido Conservador sobre la Unión Europa (UE), como ocurrió en la pasada década de los años noventa.
Algunos diputados conservadores no han ocultado su malestar con la sesión parlamentaria de hoy porque no se les da la posibilidad de contar con libertad de voto.
El secretario del llamado Comité 1992, grupo formado por diputados conservadores de línea euroescéptica, dijo hoy que los parlamentarios "tories" no quieren un enfrentamiento, pero "está claro que hay algunos en el Gobierno que quieren la confrontación", en referencia a la dura disciplina impuesta por Cameron.
Según la propuesta de plebiscito presentada por un grupo de diputados conservadores, a los votantes se les daría tres opciones: que el Reino Unido permanezca en la UE como hasta ahora, abandonarla o negociar los términos en lo que continuar.