BANGKOK.- Las inundaciones se extienden hoy por Bangkok a unas horas de que el inicio de la marea alta en el golfo de Tailandia ponga a prueba la resistencia de los diques ante la tromba de agua que tiene en alerta a las autoridades y la población.
La mayoría de los barrios del casco viejo ubicados a orillas del río Chao Praya amanecieron inundados por un metro de agua, indicaron los residentes en esta zona, llamada Thomburi y que alberga el Gran Palacio Real y otros simbólicos edificios tailandeses frecuentados por el ahora menguante turismo que visita el país asiático.
Además de en estos distritos situados al este, el nivel de agua subió en muchos de los suburbios del norte de la urbe tras superar los diques de defensa contra el alud líquido de color pardo que baja desde las 28 provincias de la meseta central que quedaron inundadas.
Ante esa subida del nivel de agua en la zona norte de Bangkok, el gobernador de la capital, Sukhumband Paribatra, ordenó la evacuación de los habitantes del distrito de Tawi Wattana, donde se calcula que residen unas 40.000 personas, aunque gran parte de ellas decidieron quedarse y buscar protección en lugares elevados.
Del total de cincuenta distritos en los que se divide la capital, hasta el momento cuatro han sido evacuados y en casos, como el de Sai Mai, tienen aspecto de barrios fantasma en los que la única señal de vida la dan los perros que parecen esperar en las azoteas y otros lugares altos el regreso de sus dueños.
Como en días anteriores, la discrepancias entre las versiones que sobre la situación dan por un lado las autoridades y por otro el Gobierno, surgieron de nuevo cuando la Primera Ministra, Yingluck Shinawatra, que esta semana advirtió que las inundaciones en partes de Bangkok durarían hasta un mes, dijo que descendía la presión que ejerce el flujo de agua en las defensas del norte de la metrópoli.
"Si las cosas van como ahora, creemos que las inundaciones en Bangkok aminoraran a principios de noviembre", apuntó la jefa de Gobierno en un mensaje emitido por la radio estatal.
La versión de la primera ministra sirvió de poco para reducir el temor y la inquietud entre los habitantes que decidieron quedarse en la ciudad a pesar de los cinco días de vacaciones de emergencia declarados por el Gobierno, y que según fuentes oficiales, contempla ampliar ante el incierto panorama que afrontan los capitalinos.
Las autoridades han aconsejado a los habitantes que se preparen para lo peor antes de que comience la subida de la marea en el golfo de Tailandia, un fenómeno que según los expertos puede causar que el río que serpentea por la urbe se desborde, y en consecuencia, muchos de los 50 distritos padezcan grandes inundaciones.
"La presión del agua va a ser extrema cuando comience la marea alta, lo que puede causar la ruptura de los diques", alertó la Cruz Roja Tailandesa en un mensaje a sus voluntarios.
El incierto panorama animó a muchos rezagados a seguir el ejemplo de aquellos habitantes que días atrás abandonaron la capital, en la que la escasez de alimentos básicos y agua potable contribuye al aumento de la inquietud.
A causa de la ruptura de los canales de distribución y el cierre de miles de empresas, resulta cada día más difícil adquirir, desde huevos hasta carne, o conseguir dinero en efectivo en los cajeros de los bancos, que en conjunto han parado de prestar servicio en cerca de medio millar de sucursales.
Mientras grupos de turistas recorren el centro de Bangkok y se fotografían aparentemente ajenos a la difícil situación que miles de tailandeses viven a unos pocos kilómetros de distancia, residentes temerosos se equipan con chalecos salvavidas y botes de fibra.
En áreas inundadas de la metrópoli, chiquillos y mayores con el agua por encima de la cintura desafían a las infecciones que están causando las inundaciones y en zonas anegadas del norte patrullas de funcionarios armados navegan en botes con la finalidad de dar caza a los cocodrilos que han escapado de diversas granjas de cría.
Varios gobiernos, incluidos los de España, el Reino Unido y Alemania, han aconsejado a sus respectivos ciudadanos que pospongan los viajes a Bangkok y otras provincias afectadas que no sean esenciales
Estas inundaciones, consideradas las peores que se registran en el país asiático en medio siglo, han causado al menos 377 muertos y obligado a más de 113.000 personas a refugiarse en improvisados centros de acogida.
El desastre, cuyo coste económico rebasará los 6.000 millones de dólares, comenzó a finales del pasado julio con el desbordamiento de ríos y pantanos del norte y la región central, a causa de las copiosas lluvias del monzón y de tres tormentas tropicales seguidas.
El número de personas damnificadas por las inundaciones supera los 2,5 millones y al menos 700.000 han recibido atención médica a causa de infecciones y otras enfermedades contraídas por contacto o consumo de agua contaminada.