El presidente Correa manifestó su molestia por la presencia del Banco Mundial en la Cumbre.
AFPASUNCIÓN.- El presidente ecuatoriano Rafael Correa se retiró indignado del salón que compartía con los demás mandatarios en la XXI Cumbre Iberoamericana que se desarrolla en Paraguay, durante el discurso de la representante para América Latina del Banco Mundial (BM).
Correa se paró rápidamente de su puesto junto a su canciller y dijo que abandonaba el lugar para “no tener que escuchar a Pamela Cox”, y agregó que esa institución “ha sido heraldo del neoliberalismo” y “chantajeó abiertamente a mi país”, sin dar más precisiones.
Además, el jefe de Estado ecuatoriano ya había hecho una intervención que no estaba prevista durante la mesa de trabajo, sosteniendo que "no era interesante escuchar a los miembros del Banco Mundial", señalando que "ellos representan sistemas alejados de la sociedad y de los países sudamericanos".
Hasta el momento, mientras se desarrolla el discurso del Rey Juan Carlos de España, el presidente Correa no ha regresado al salón y se especula sobre si continuará participando de la cumbre.
Correa critica con cierta frecuencia a organismos multilaterales como el BM o el Fondo Monetario Internacional, a cuyo representante expulsó del país en 2007. También ha dicho que el BM es defensor del “gran capital especulativo financiero” y lo ha señalado como el causante “de la gran debacle de América Latina”.