SANTIAGO.- Situaciones insólitas ocurren día tras día y en todas partes del mundo. Durante la última semana en Irlanda, Argentina y Rumania se dieron curiosidades que son dignas de destacar.
Un vuelo de la aerolínea irlandesa Ryanair tuvo que regresar al aeropuerto de Stansted, en Londres, luego que se desprendiera una ventana de una cabina.
A lo poco común de la situación se suma que la ventana había sido sellada con cinta adhesiva. Los pilotos de la nave, tomaron la decisión de volver a tierra firme al ver que la cinta se había soltado provocando un sonido de aleteo.
"Nos mantuvieron en la oscuridad y estábamos aterrorizados. Pude ver a gente tapando la ventana con lo que parecía ser cinta aislante", relató el pasajero del vuelo, Anthony Neal al diario británico "The Sun". La compañía, en tanto, aseguró que el problema técnico no representó peligro para el vuelo ni para los pasajeros.
A la angustiante situación ocurrida en Irlanda, se suma lo ocurrido en un funeral en Argentina. Ahí un grupo de personas asistían a la ceremonia fúnebre en un cementerio de un pueblo de la provincia trasandina de Santiago del Estero.
El drama se desató luego que un par de personas abrieran el nicho para enterrar el cuerpo de una mujer, desde el cual salieron miles de abejas causando el caos entre los asistentes, según consigó el diario trasandino "Clarín".
Lo peor sucedió cuando el enjambre atacó a un hombre de 63 años, que fue identificado como Hilario Coronel, provocándole la muerte, debido a las picaduras recibidas. Varias horas después se pudo concretar la inhumación luego que personal especializado lograra alejar los insectos.
Mientras que en Rumania un ajuste al Código Civil terminó con la "originalidad" de varios padres que escogían nombres como "Paracetamol", "Semáforo", "Doctor" o "Mariano Monamour".
Con la entrada en vigor este mes de la nueva normativa en este país, los niños ya no habrán de llevar de por vida la cruz de un nombre cómico por capricho de sus padres.
El artículo 84, núemero 2, prohíbe a los funcionarios civiles del Estado "nombres indecentes, ridículos y otros que afecten al orden público, las buenas costumbres o los intereses del niño".
Más allá de la obvia subjetividad del gusto de cada cual, parece claro que la nueva norma se refiere a nombres como Hitler, Basura o Pezón, algunos de los más raros que figuran en el Anuario Estadístico de la Dirección General de Evidencia y citados en la prensa rumana.
Pero la ambigüedad de la expresión "nombres indecentes, ridículos y otros que afecten al orden público, las buenas costumbres o los intereses del niño" es ya motivo de polémica.