PALO ALTO.- Las niñas siamesas de dos años de edad que estaban unidas en el pecho y el abdomen fueron separadas el martes después de un prolongado y complejo procedimiento en el Hospital Pediátrico de la Universidad de Stanford.
Las hermanas nacidas en las Filipinas, Angelina y Angélica Sabuco, fueron sometidas a una operación quirúrgica de nueve horas en la que intervino un equipo de más de 40 personas a fin de lograr su separación.
A media tarde, la portavoz del hospital Reena Mukamal anunció que las niñas habían sido separadas y trasladadas a sendas salas quirúrgicas para la segunda fase de la cirugía: la reconstrucción del área donde estaban conectadas. Dos horas después fueron llevadas a la unidad de terapia intensiva, ambas con puntos desde el pecho hasta el abdomen.
“Este es un sueño hecho realidad”, dijo su madre Ginady Sabuco, en medio de lágrimas, a los periodistas cuando concluyó la operación. “No existen palabras para expresar cómo se siente la familia”.
Mukamal dijo que los médicos estaban satisfechos con el progreso de la operación hasta el momento en el Hospital Pediátrico Lucile Packard, en Palo Alto.
El doctor Gary Hartman, cirujano que dirigió el equipo médico, dijo que la operación se realizó sin contratiempos.
“El diagnóstico a largo plazo es que tendremos dos niñas muy contentas y saludables. No vemos ningún impedimento para que se recuperen por completo”, destacó el cirujano.
Hartman había dicho que mantener conectadas a las niñas podría generar mayores riesgos para su salud que el procedimiento de separación.
Si una de ellas muere, la otra fallecería a las pocas horas. Además, las deformidades musculares y óseas pudieran empeorar con el tiempo.
“Queremos que lleven una vida normal”, dijo Ginady Sabuco, madre de las niñas. “Que cuando discutan, puedan estar solas. Cuando jueguen, puedan jugar juntas o por separado. Que cuando no quieran verse, no tengan que hacerlo”.
La operación involucra separar los diafragmas, los hígados, los huesos del pecho y los músculos de las paredes abdominales.
Se prevé que las niñas permanecerán en el hospital entre dos y tres semanas.
Angelina y Angélica llegaron a Estados Unidos con su madre el año pasado. Viven en San José con sus padres y su hermano de 10 años de edad.
Dada su buena salud, los médicos estaban optimistas sobre el éxito de la operación. Hartman ha hecho otras cinco separaciones. Esta es la segunda cirugía de este tipo en Stanford.