LA HAYA.- El mundo académico en Holanda ha mostrado esta semana su sorpresa e indignación al constatar que uno de sus más prestigiosos psicólogos sociales, Diederik Stapel, inventó los datos en al menos 30 de sus publicaciones, algunas de las cuales vieron la luz en revistas de la talla de "Science".
Aunque la sospecha del fraude ya se confirmó el pasado mes de septiembre, cuando el psicólogo fue cesado de sus funciones como decano en la Facultad de Ciencias Sociales y del Comportamiento de la Universidad de Tilburg (sur de Holanda), esta semana se supo que su engaño ha durado al menos ocho años.
Durante ese tiempo, habría falseado decenas de publicaciones y salpicado las investigaciones y las carreras de los becarios que trabajaban bajo su supervisión.
Los nuevos descubrimientos los puso sobre la mesa la comisión encargada de investigar el caso de Stapel, dirigida por el psicólogo lingüístico Willem Levelt, cuyas pesquisas en este fraude académico todavía no han terminado.
La comisión quiere saber todavía, entre otras cosas, si la tesis de Stapel, doctorado Cum Laude en 1997 por la Universidad de Amsterdam, también se surtió de datos falsos, fabricados o modificados a su antojo con el fin de confirmar sus propias hipótesis.
Siguiendo las recomendaciones de la comisión, las universidades de Groningen (al norte del país) y Tilburg, donde el psicólogo trabajó desde 2006, le han denunciado por fraude y falsedad de documentos ante el Ministerio Fiscal holandés.
El que hasta ahora era uno de los psicólogos sociales más mediáticos y prestigiosos de Holanda ha reconocido su fraude a través de un comunicado, en el que se ha avergonzado de su actitud y ha explicado que ésta se debió en parte a verse "superado por la presión por publicar".
"No he controlado la presión por puntuar, por publicar y he querido demasiado y demasiado rápido", explicó el autor del fraude, quien ha aclarado que su actitud no ha estado motivada por su propio interés.
Aseguró que todavía tiene que profundizar en las razones que le movieron a actuar de esa forma, para lo que dijo haber recurrido a ayuda profesional.
Algunos de los estudios más mediáticos de Stapel, simpatizante de organizaciones contra la cría en masa de animales para el consumo, concluyeron por ejemplo que la gente que come carne es más agresiva que la vegetariana.
La objetividad de estas publicaciones ha sido puesta en tela de juicio tras descubrirse el fraude.
El caso saltó a la luz después de que unos estudiantes de doctorado de Stapel dieran el toque de atención porque su profesor nunca les dejaba participar en la recogida de datos, en los cuales descubrieron fallos estadísticos.
El titular de psicología aseguraba a sus alumnos que contaba con muchos contactos por ejemplo en escuelas, que rellenaban los cuestionarios a partir de los cuales el profesor elaboraba las tablas necesarias para iniciar la investigación, aunque en realidad esas tablas eran inventadas por el propio académico.
De acuerdo la comisión de investigación, el psicólogo empezó en el año 2000, cuando trabajada en la Universidad de Groningen, a modificar datos para que cuadraran sus hipótesis y terminó por inventarlos en su totalidad.
Según el diario "De Volkskrant", cuando uno de sus estudiantes le presionaba demasiado para acompañarle en la recogida de datos o las encuestas, Stapel abusaba de su posición de poder y ponía en tela de juicio la valía de la propuesta de investigación de su discípulo.