EL CAIRO.- Al menos cincuenta personas murieron ayer por la represión de las fuerzas del régimen de Bashar al-Assad en distintos puntos de Siria, donde los incidentes se prolongaron hasta altas horas de la noche, según el último recuento de los opositores Comités de Coordinación Local.
Además, el Observatorio Sirio de Derechos Humanos reveló que en Deraa murieron también ayer al menos 34 policías y soldados en enfrentamientos contra supuestos militares desertores, entre los que hubo al menos 12 fallecidos, aunque esta información no ha sido confirmada ni desmentida por las autoridades.
Los Comités de Coordinación Local precisaron que 28 personas perdieron la vida en la provincia de Deraa (sur), 13 en Homs (centro), seis en Idleb (norte), dos en Hama (centro) y una en Qameshli (noreste).
El grupo opositor destacó que "los mártires", entre los que hay tres menores, murieron por los disparos y bombardeos de los seguidores del régimen de Damasco.
La información facilitada por el Observatorio Sirio de Derechos Humanos, no ha recibido respuesta de las autoridades, aunque la agencia de noticias oficial siria, Sana, informó hoy de que las fuerzas de seguridad detuvieron ayer a quince miembros de "un grupo terrorista" y mataron a otros dos, después de que estos dieran muerte a dos policías en Deraa.
Según el Observatorio, los enfrentamientos entre el ejército y los desertores se ha prolongado durante la pasada madrugada en las localidades de Sanamain y Angel, en esa provincia, donde se ha escuchado el ruido de explosiones.
Entretanto, han estado llegando refuerzos militares y policiales a la localidad de Zabadani, próxima a Damasco, y los grupos opositores no descartan que puedan irrumpir durante el día de hoy en la ciudad.
Estas informaciones no han podido ser confirmadas de forma independiente por las restricciones que el régimen sirio ha impuesto a los periodistas para trabajar.
La violencia continúa en Siria a pesar de que el pasado 2 de noviembre Damasco aceptó poner en marcha una iniciativa de la Liga Árabe para poner fin a la violencia y replegar las fuerzas del orden.
El pasado sábado, 12 de noviembre, la organización panárabe consideró que Siria no había cumplido con ese plan y decidió suspender su participación como miembro de la organización, aunque la resolución no entrará en vigor hasta mañana, salvo que los ministros Asuntos Exteriores de la Liga Árabe crean que Damasco ha cambiado de actitud en una reunión en Rabat.
Desde mediados de marzo pasado, Siria es escenario de revueltas populares contra el régimen de Al-Assad, que acusa a "grupos armados" y "terroristas" de estar detrás de las mismas, y que han causado la muerte de más de 3.500 personas, según las últimas cifras difundidas por las Naciones Unidas.