Como cada viernes desde marzo pasado, miles de manifestantes contra el régimen han salido a las calles.
ReutersEL CAIRO.- Al menos cinco personas murieron este viernes por disparos de las fuerzas de seguridad y el Ejército sirios durante la represión de las protestas que, como cada viernes desde el pasado mes de marzo, han sacado a la calle a miles de manifestantes contra el régimen.
Según informaron los opositores Comités de Coordinación Local, entre las víctimas se encuentra un adolescente de 14 años que murió en Deraa (sur), mientras que dos personas perdieron la vida en Homs, feudo de la oposición contra el régimen de Bachar al Asad.
Otro manifestante perdió la vida en la ciudad de Jatab, en la también sublevada provincia de Hama, mientras que la quinta víctima mortal se registró en Yabrud, en la provincia de Rif Damasco, junto a la capital.
En esta jornada se han producido además tiroteos contra la multitud reunida en el barrio de Qusur y en la plaza de Jobb, en Homs, así como en la localidad de Harasta, una de las más afectadas por la represión en las últimas semanas.
En tanto, en Maarat el Numan, ubicada en la provincia septentrional de Idleb, más de 20 personas resultaron heridas por la intervención policial, que pretendía dispersar una protesta que coreaba cánticos contra el Presidente sirio, Bachar al Asad.
En otra ciudad de esa misma provincia, Maarat Misrin, un gran número de personas tomó la zona del mercado con ayuda de habitantes de otros pueblos circundantes, y lanzó gritos en los que pedía que los países expulsen a los embajadores sirios de sus capitales.
Ese aislamiento internacional que reclaman los manifestantes podría aumentar en las próximas horas, pues mañana sábado expirará el ultimátum concedido por la Liga Árabe al régimen de Damasco para detener la violencia y recibir a observadores árabes sobre el terreno.
Siria anunció ayer al organismo panárabe que aceptará recibir a la misión de observadores, siempre y cuando se introduzcan "ligeras modificaciones" en el programa.
Según trascendió, la respuesta del gobierno sirio asegura que "acepta el proyecto del protocolo de la visita a su territorio de los mecanismos de observación de la Liga Árabe", y añade que firmará el protocolo que regula el contenido de los grupos de observación, la agenda y la forma de la visita.
La represión ha dejado en Siria más de 3.500 muertos desde el comienzo de las revueltas a mediados de marzo pasado, según las últimas cifras facilitadas por la ONU.