BUENOS AIRES.- "Seguramente he cometido muchos errores. Pido disculpas si a alguien molesté", expresó el ex jefe de Estado argentino Fernando de la Rúa (1999-2001) a pocos días de cumplirse diez años del estallido social y económico que desató una de las crisis más fuertes en la historia del país.
En una entrevista que publica hoy el diario "Clarín", el ex presidente -que había asumido con un gran apoyo popular- lamentó la violencia que sacudió a la Argentina en diciembre de 2001 y acusó que hubo una conspiración contra su gobierno.
Antes de que De la Rúa abandonara en helicóptero la casa de gobierno, el país había estallado en cacerolazos de protesta y el mundo veía por televisión la feroz represión de la Policía Federal, que dejó muertos en las calles.
"Fueron cinco los caídos en la Capital; 33 en todo el país", señala el periódico.
"Es injusto que le atribuyan a mi gobierno todos los muertos de esa jornada. Muchos fueron de la provincia o del interior. Pero debo decirlo: que existiera violencia es uno de mis grandes dolores", expresó el ex mandatario, al que la Justicia ha liberado de la culpa por esas muertes.
Casi una década después, De la Rúa encuentra "cierto alivio en las noticias que llegan de Europa. O si no es alivio es consuelo. O algo parecido a un espejismo", señala "Clarín".
"Porque aquí, en Argentina, es ignorado o culpado de todo. En cambio, parece que los periodistas de Grecia lo llaman a cada rato. Ellos quieren escucharlo. Le piden que cuente de la crisis argentina y que la compare con la griega. Lo invitan a que se exprese sobre el rol que tuvo el FMI en nuestro hundimiento, a que diga lo que le plazca sobre el Fondo y el mundo", cuenta el periódico.
Y De la Rúa hace su descargo: "¨¿Vieron cómo caen presidentes en Europa? A nosotros el mundo no quiso tenernos paciencia. Nos usaron para demostrar el principio del riesgo moral. Para decir que cada uno se tenía que hacer cargo de su propio riesgo".
El ex presidente se liberó de casi todas las causas que le llovieron en su contra tras su mandato. "Pero le queda una herida abierta y riesgosa", considera "Clarín", en referencia a que el martes se inicia en los Tribunales el juicio oral por el escándalo de las coimas en el Senado.
La acusación gira en torno a que en 2000, la SIDE (Secretaría de Inteligencia de Estado) gobernada por De la Rúa pagó cinco millones de dólares de coimas para conseguir una ley en el Parlamento.
El ex presidente insistió sobre una "conspiración" que no le permitió seguir en el gobierno.
"Se probó en la Justicia, hay pruebas de sobra. Lo que no se probó es al sujeto penal, a los autores. Aunque ya sabemos quiénes fueron", dijo, en referencia a políticos opositores algunos de los cuáles luego lo sucedieron en el poder.
A su vez, también admitió que el estado de sitio declarado en ese diciembre negro "fue un error gravísimo".
De la Rúa renunció a la presidencia el 20 de diciembre de 2001, en medio de una de las crisis políticas, sociales y económicas más profundas de la historia argentina.