DAVIS.- Linda Katehi era estudiante en Grecia en 1973, cuando el gobierno militar de los "coroneles" usó tanques y armas de fuego para reprimir las protestas estudiantiles contra el régimen.
Casi 40 años después, la hoy rectora de la Universidad de California (Davis) enfrenta repetidas peticiones de renuncia luego de otra acción considerada represiva: el uso de spray de pimienta contra manifestantes del movimiento "Occupy" que habían instalado un campamento en el campus de esa casa de estudios estadounidense.
La primera directiva mujer de esa institución se encuentra ahora en el centro de un debate nacional sobre el uso policial de este potente disuasivo, así como los métodos para compatibilizar la libertad de expresión en los recintos estudiantiles con la seguridad pública.
El debate se intensificó luego de la difusión "viral" de videos en internet que muestran a guardias del campus rociando con el gas pimienta a manifestantes que se encontraban sentados pacíficamente en el suelo y con sus manos unidas.
Los videos del incidente, ocurrido el viernes, han recibido millones de visitas.
"Quiero pedir perdón de manera inequívoca a la comunidad entera por el terrible uso de spray de pimienta", afirmó Katehi frente a los estudiantes en una reunión realizada este martes.
"Haré todo lo que esté en mi poder para asegurar que esto no se vuelva a repetir", añadió.
La rectora ha dicho públicamente que vio con horror los videos de un oficial que rocía con el spray urticante a los manifestantes, quienes gritan de dolor. Al mismo tiempo, impuso una licencia administrativa al jefe de los guardias del campus y a los dos uniformados que fueron captados usando el disuasivo.
También pidió a la justicia que levante los cargos contra nueve estudiantes que fueron detenidos en la manifestación, y dijo que la universidad reembolsará los gastos médicos a los alumnos afectados por el incidente.
Entre otras medidas forzadas por la repulsa pública ante el hecho, los diez campus de la Universidad de California planifican reevaluar los protocolos policiales para enfrentar protestas.
Según Katehi, ella instruyó a los guardias a no efectuar arrestos ni usar la fuerza en el cumplimiento de la prohibición de instalar campamentos "Occupy" en el campus. Dicha restricción fue ignorada por los convocantes a la manifestación, y más de 80 tiendas fueron instaladas en los terrenos de la institución educacional.
Pese a dichas medidas, autoridades de la universidad insisten en la renuncia de Katehi, y expresan en una carta que sus acciones evidencian una "grave falla de liderazgo"
No obstante, la directiva dice que no tiene planes de renunciar.
