SYDNEY.- Un virus que produce tumores diezma la población de tortugas verdes de la Gran Barrera de Coral, en el norte de Australia, donde su subsistencia está amenazada por la falta de alimento y el deterioro medioambiental de su hábitat.
Las tortugas verdes (Chelonia mydas), animales que poblaron la Tierra hace más de cien millones de años y representadas en la película animada "Buscando a Nemo", han sido reconocidas internacionalmente como especies en peligro de extinción en su hábitat natural, lo mares tropicales y subtropicales.
Estas tortugas capaces de viajar 2.600 kilómetros en sus períodos de migración, habitan en varias zonas del norte de Australia, entre ellas la protegida de la Gran Barrera de Coral, una de las grandes reservas mundiales de fauna marina.
A las amenazas como la desaparición de alimento, la progresiva contaminación del agua, enfermedades, el desarrollo urbano en las costas australianas y el empleo de las redes por parte de los pescadores para faenar, se une ahora el estrés.
Los expertos detectaron hace siete años que el nuevo enemigo de la tortuga verde es una enfermedad denominada fibropapilomatosis, un herpevirus que produce tumores en la superficie del animal y también muchas veces en su parte interior, explicó Ellen Ariel, investigadora de la Universidad James Cook.
Algunas tortugas afectada por esta dolencia sobreviven durante cierto tiempo si los tumores son exteriores, pero estos causan la perdida de la visión y dificultan cada vez más que el animal pueda buscar alimento o huir de sus depredadores.
Y cuando los tumores son interiores obstruyen los órganos hasta causar la muerte del animal, explicó la viróloga.
Una vez contraído, el virus puede estar inactivo durante años, al igual que un herpes labial en los seres humanos, pero cualquier circunstancia estresante que viva la tortuga puede motivar que se manifieste, explicó la experta australiana.
Por ello, los científicos creen que este mal "es causado por estrés ambiental y al parecer muchas tortugas enfermas se ubican en zonas específicas", acotó Ariel, al insistir en que el reto de los científicos es determinar el origen de esta enfermedad.
Este año en el noreste australiano se han registrado fuertes inundaciones y el embate del ciclón Yasi, y "tristemente" estos desastres se "han cobrado muchas víctimas entre las tortugas verdes", apuntó el director ejecutivo de la representación australiana del Fondo Mundial para la Naturaleza, Dermot O'Gorman.
Muchos lechos vegetales costeros, considerados una importante fuente de alimentos de las tortugas verdes, han sido cubiertos con sedimentos y contaminación tras las inundaciones y el paso del ciclón Yasi.
En estas condiciones las tortugas enfermas no tienen la energía para buscar alimentos y mueren.
"Muchas tortugas sobrevivieron, pero ahora se están muriendo debido a los prolongados períodos de hambruna", señaló Ariel.