Parientes del mayor Elkin Hernández, uno de los rehenes asesinados, realizan una velatón en su homenaje.
EFE
BOGOTÁ.- Familiares de los cuatro rehenes asesinados en Colombia atribuyeron tanto a las FARC como al Gobierno la responsabilidad de las muertes de sus parientes, quienes no pudieron recuperar la libertad después de más de 12 años de secuestro.
"Tanto el Gobierno como las FARC son unos asesinos", sentenció la hermana del fallecido mayor de Policía Elkin Hernández Rivas, cautivo desde el 13 de octubre de 1998.
Los parientes de las víctimas insistieeron en que habían solicitado repetidamente al Ejecutivo colombiano que no se intentara un rescate militar.
Más temprano, el ministro de Defensa, Juan Carlos Pinzón, admitió que el fusilamiento de los secuestrados tuvo lugar en el marco de un operativo militar que desató combates con una "estructura" de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) en una zona rural de selvático departamento del Caquetá.
La hermana del policía asesinado también tildó de "inhumanos" a los guerrilleros "por asesinarlos como lo hicieron".
Entre los fallecidos se encontraba el rehén que más tiempo estuvo cautivo, José Libio Martínez, raptado el 21 de diciembre de 1997.
Los demás eran el coronel Edgar Yesid Duarte y el mayor Elkin Hernández Rivas, hechos cautivos el 13 de octubre de 1998, y el intendente jefe Álvaro Moreno, secuestrado junto con Erazo el 9 de diciembre de 1999.
El padre de Duarte, Darío Duarte, consideró que “el Ejército es el culpable".
La esposa del cabo Martínez, Claudia Tulcán, centró sus reproches en las FARC, a las que exigió "terminar esta guerra absurda y que no sigan lastimando niños".