BERLÍN.- El Gobierno alemán, que el próximo día 5 de diciembre acoge una conferencia internacional sobre el futuro de Afganistán, está a favor de incluir a los talibanes en el proceso de reconciliación del país asiático.
Los ministros alemanes de Asuntos Exteriores, el liberal Guido Westerwelle, y de Defensa, el conservador Thomas de Maizière, se posicionaron de esta forma en una entrevista conjunta publicada hoy por el periódico alemán "Bild am Sonntag".
"Una reconciliación no tiene lugar entre amigos, sino entre personas que hasta ese momento eran enemigos. En ese sentido debemos trabajar, en lugar de especular sobre quién puede estar preparado para una reconciliación", afirmó Westerwelle.
En este sentido, De Maizière señaló que "Occidente no puede simplemente decir: 'Vosotros sois los malos, con vosotros no negociamos'" y negar la participación a todos aquellos que "en algún momento han cogido una espada".
El titular de Exteriores indicó que la comunidad internacional "debe intentar" que el proceso de reconciliación en Afganistán salga adelante, pese a las dificultades.
Su colega de Defensa agregó asimismo que estas negociaciones sólo pueden llegar a buen puerto si participan "una cantidad suficiente" de los principales grupos importantes del país.
Sobre la posibilidad de sentar a los talibanes en la mesa de negociaciones en la inminente conferencia sobre el futuro de Afganistán, Westerwelle afirmó "no tener ningún problema".
"Como ministro de Exteriores ya les he dado la mano a algunos. Eso es parte de mi trabajo", señaló.
El próximo 5 de diciembre tendrá lugar en Bonn (oeste de Alemania) una conferencia internacional de nivel ministerial sobre el futuro de Afganistán.
En este encuentro, en el que participarán los titulares de Exteriores y Defensa de decenas de países, se abordará la retirada de las tropas internacionales de Afganistán para 2014.
Actualmente, Alemania cuenta con cerca de 5.000 soldados estacionados en el país asiático, tan sólo por detrás de Estados Unidos y Reino Unido en número de efectivos, en una misión que se prolonga ya desde hace casi diez años.
Según un reciente estudio del Instituto Alemán de Estudios Económicos (DIW), la misión de las tropas alemanas en Afganistán ha costado en diez años 17.000 millones de euros, el triple de lo presupuestado inicialmente por el Gobierno federal.