MÉXICO DF.- Compactado en torno a un único candidato que despierta tanta locura como el cantante Luis Miguel, el Partido Revolucionario Institucional de México (PRI) parece encaminarse a recuperar la Presidencia que perdió en 2000, tras gobernar por 70 años.
Con más de un año al frente de las encuestas de intención de voto hacia las elecciones de julio, el mediático ex gobernador Enrique Peña Nieto se inscribió el domingo como candidato del PRI, días después del paso al costado que dio su único rival interno, el senador Manlio Fabio Beltrones.
Una semana antes, el partido se alzó con la victoria en la elección estatal del estado de Michoacán -
la que despertó sospechas-, en el último de una serie de triunfos regionales que han pavimentado el camino a Peña Nieto. En estos avances, el efecto carismático de su figura ha tenido mucho que ver.
En "caballo de hacienda" y como estrella"Va en caballo de hacienda (directo al triunfo), aunque podría haber un tropezón por algún error muy grave de campaña o alguna imputación de algún acto de corrupción", describió con florido lenguaje Jorge Schiavon, académico del Centro de Investigación y Docencia Económica (CIDE).
"Pero si no hubiera ninguna de las dos, pareciera que el camino está bastante libre" para Peña Nieto, agregó.
Pese a que faltan aún varios meses para que inicie la campaña electoral, nada parece inquietar a este abogado de 46 años, quien siempre tiene su cabello impecable con gel y quien se casó en 2010, en segundas nupcias, con la actriz de telenovelas Angélica Rivera.
"Allá afuera hay nerviosismo. Están nerviosos porque ven hoy en todas las mediciones a un PRI que avanza sólidamente hacia la presidencia", aseveró Peña Nieto el miércoles, en un acto con mujeres del partido que lo aclamaban como si fueran fans de un artista.
Aunque en ese acto la figura principal no era Peña y no estaba previsto que hablara, medios locales reportaron que el lugar estaba atestado de mujeres que querían verlo y que incluso derribaron mamparas que les impedían entrar.
Entre los piropos que le gritaban las asistentes, miembros del PRI que lo acompañaban reconocieron que pocas veces habían visto una locura así en torno a un candidato.
Izquierda: "Producto chatarra" fabricado por TelevisaEl PRI, un partido de distintas corrientes que fluctúan entre centro y centroizquierda, llegará a las elecciones gobernando 20 de los 32 estados del país.
Surgido de la revolución de 1910, está asociado a las peores prácticas de corrupción y fraudes electorales de la historia de México, pero también tiene una imagen de eficiencia en el gobierno, un factor que tiene peso en un país acosado por el desempleo y la acción del crimen organizado.
Peña Nieto, que se desmarca de la tradición estatista del PRI al proponer una mayor apertura a los privados en el vital sector petrolero, obtuvo 44% de intención de voto en una encuesta publicada la semana pasada por El Universal, 20 puntos por encima de la diputada del oficialista Partido Acción Nacional (PAN) Josefina Vázquez Mota.
En tercer lugar se ubicó el líder del izquierdista Partido de la Revolución Democrática (PRD) Andrés Manuel López Obrador, con 15%.
López Obrador, quien en el 2006 perdió por muy pocos votos la Presidencia frente al panista Felipe Calderón, asegura que Peña Nieto es un "producto chatarra", una imagen fabricada por la cadena Televisa pero sin ideas.
Por su parte, Vázquez Mota ha advertido que el PRI, caricaturizado a menudo como un pesado dinosaurio, es reacio a las reformas y no ha aportado al progreso del país.
"En 70 años el PRI tuvo errores, desviaciones, atropellos, pero hemos venido aprendiendo y no lo vamos a volver a hacer", dijo Emilio Gamboa, uno de los hombres fuertes del partido que ha cerrado filas en torno a Peña.
Gamboa dijo que Peña Nieto, que gobernó entre el 2005 y el 2011 el Estado de México, el más poblado del país, ha contribuido a superar las divisiones del partido, que en las presidenciales del 2006 tuvo la votación más baja de su historia tras una serie de despiadadas luchas internas.
Hasta ahora la popularidad de Peña Nieto no sufre mella ni siquiera por las acusaciones que pesan sobre el presidente del partido, Humberto Moreira, a quien se atribuye haber falsificado documentos para contratar deuda cuando era gobernador del norteño estado de Coahuila.
Moreira ha negado las imputaciones, pero hace unos días dijo que su permanencia en el cargo será decidida por el candidato presidencial, con lo que muchos opinan que Peña optará por relevarlo en el marco de la disciplinada estrategia que ha llevado hasta ahora para llegar al poder.
"En el 2006, era López Obrador el que concentraba la expectativa de cambio y la esperanza. Peña Nieto representa hoy la esperanza que llegue alguien que pueda arreglar las cosas que están muy mal", opinó Roy Campos, director de la encuestadora Consulta Mitofsky.
