EL CAIRO.- El secretario general de la Liga Árabe, Nabil al Arabi, expresó hoy martes su disposición a cesar las sanciones impuestas contra Siria de forma inmediata si dicho país acepta recibir una misión de observadores.
En declaraciones al canal iraquí "Al Sumeria", calificó de "incorrectas" los recientes dichos del canciller sirio, Walid al Mualem, en las que criticaba a la institución por cerrar todas las puertas del diálogo con Damasco y promover la injerencia extranjera en Siria.
Al Arabi reiteró que "todas las resoluciones sobre la crisis siria han confirmado el deseo de la organización panárabe de resolver la crisis en un marco árabe y rechazar la intervención extranjera".
El pasado domingo, la Liga Árabe aprobó un paquete de duras sanciones económicas sin precedentes a Siria después de que ese país rechazara cumplir con el plan árabe acordado para detener la violencia en el país y permitir la entrada de una misión de observadores internacionales, entre otros puntos.
Entre las sanciones, figura el cese de los intercambios comerciales y financieros con el Gobierno de Siria -con excepción de las mercancías necesarias para la población-, así como el de las transacciones con el Banco Central Sirio.
Según Al Mualem, Damasco no firmó el protocolo de la misión de observadores porque en ella no se estipulaba claramente la coordinación entre el equipo de observadores y las autoridades sirias para que pudieran desempeñar sus labores en territorio sirio.
Sin embargo, el secretario general de la Liga Árabe negó que los observadores se fueran a mover sin la coordinación de dichas autoridades.
"La Liga Árabe rechazó la propuesta de Siria porque ésta vaciaba de contenido el protocolo", dijo Al Arabi, que explicó que Siria se había negado a autorizar la visita de la misión a los hospitales, cárceles y lugares de detención.
Pese a las sanciones, la Liga Árabe sigue dispuesta a propiciar una solución a la crisis en Siria, donde más de 3.500 personas han muerto desde que estallaran las protestas -duramente reprimidas- contra el régimen de Bashar al-Assad a mediados del pasado marzo, según cifras de la ONU.