Más de cuatro mil personas han muerto en Siria desde mediados de marzo. Arriba, un tanque militar que arde, tras el ataque de desertores en noviembre pasado.
EFE
BEIRUT.- Nuevos hechos de violencia en Siria dejaron el sábado 25 muertos, la mayoría por un choque entre fuerzas de seguridad y desertores militares opuestos al régimen en una ciudad del noroeste, dijeron activistas.
La revuelta contra el gobierno del Presidente Bashar Assad comenzó a mediados de marzo con manifestaciones pacíficas, que fueron reprimidas con dureza.
La agitación se torna cada vez más sangrienta a medida que los desertores y algunos civiles toman las armas.
La alta comisionada de las Naciones Unidas para los derechos humanos, Navi Pillay, se refirió esta semana al conflicto como una guerra civil y exhortó a la comunidad internacional a proteger a los civiles sirios.
Hasta ahora, las sanciones económicas implementadas por Estados Unidos, la Unión Europea, Turquía y la Liga Arabe contra Siria no han logrado apaciguar los enfrentamientos.
Los choques del sábado comenzaron antes del amanecer en la ciudad de Idlib y en ella perecieron siete soldados y policías, así como cinco militares desertores y tres civiles, indicó el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos, con sede en Gran Bretaña.
Las fuerzas de seguridad también dieron muerte a un civil en la provincia sureña de Daraa, a seis en la región central de Homs y a otros tres en zonas cercanas a Idlib, dijo el grupo activista.
Pillay dijo que más de 4.000 personas han muerto en Siria desde mediados de marzo. Y hasta fecha reciente, los efectivos de seguridad eran los principales responsables del derramamiento de sangre en el país porque disparaban contra manifestantes pacíficos, pero aumentan las informaciones sobre desertores militares y civiles armados que combaten a las fuerzas del régimen.
Noviembre ha sido el mes más sangriento de las protestas populares: 950 personas perdieron la vida en choques, ataques y otros actos de violencia.
En el oeste del país, los efectivos sirios detuvieron al menos 27 personas en la aldea de Talkalaj en la frontera con Líbano e incendiaron las viviendas de nueve activistas que las autoridades buscaban, dijo el observatorio.