WASHINGTON. - El Presidente sirio Bashar al-Assad negó este miércoles en una entrevista difundida por la televisión estadounidense que haya dado órdenes para matar a manifestantes opositores, señalando que "solamente un loco" haría una cosa así.
Hablando para la cadena "ABC News", Assad cuestionó además el balance ofrecido por la ONU sobre una cifra de más de 4.000 muertos desde que comenzaron las movilizaciones de la oposición en Siria y dijo que la mayoría de las víctimas de la violencia eran seguidores de su gobierno.
El Mandatario sirio también rechazó las sanciones internacionales contra su régimen y dijo que Siria ya ha implementado reformas democráticas.
Assad, hablando con la veterana periodista norteamericana Bárbara Walters en una entrevista inhabitual con un medio extranjero, dijo que no es responsable de los nueve meses de derramamiento de sangre en su país y culpó de cualquier exceso a individuos más que a su régimen.
"Nosotros no matamos a nuestro pueblo", precisó Assad citado por "ABC News". "Ningún gobierno en el mundo asesina a su pueblo, a menos que sea liderado por un loco", añadió.
"No hay ninguna orden para matar o ser brutal" en la represión, indicó el jefe de Estado.
Testigos y grupos de derechos humanos denunciaron que las fuerzas sirias han hecho un uso abusivo de la fuerza y de la tortura para aplastar cualquier amenaza contra el régimen de la familia Al Assad, que ya lleva cuatro décadas en el poder.
Naciones Unidas estimó en más de 4.000 las personas muertas desde que comenzó en marzo pasado la revuelta en Siria, como parte de la ola pro-democracia que barre el mundo árabe y que ya provocó el derrocamiento de los regimenes en Túnez, Egipto y Libia.
Asad rechazó ese balance de muertos diciendo: "¿Quién dice que las Naciones Unidas son una institución creíble?"
"La mayoría de las personas que han muerto son seguidores del gobierno, y no al contrario", destacó el líder sirio, destacando que en las revueltas murieron 1.100 soldados y policías.
En el conflicto murieron 56 niños solamente en noviembre, según un investigador designado por la ONU.
Walters presionó a Assad sobre el caso de Hamza Al Khatib, un niño de 13 años que según grupos de derechos humanos fue muerto en abril, luego de haber sido herido de bala, quemado y castrado.
"Para ser franco con usted, Barbara, no le creo", sostuvo el Presidente en relación a las acusaciones de abusos a niños.