BRUSELAS.- La Alta Representante para la Política Exterior de la Unión Europea, Catherine Ashton, expresó hoy su "honda preocupación" por los disturbios que ayer se saldaron con diez muertos y numerosos heridos en el oeste de Kazajistán y abogó por una resolución pacífica del conflicto.
Al menos diez personas murieron en los choques entre la policía de la localidad de Zhanaózen y los trabajadores de una empresa de petróleo, que habían declarado una huelga hace varios meses para demandar mejoras laborales e incrementos en los salarios.
Ashton instó a las autoridades a investigar inmediatamente los hechos, para lo que el Gobierno de Kazajistán anunció ayer la creación de un grupo especial de investigación del Ministerio de Interior, según un comunicado de su portavoz.
Además, la jefa de la Diplomacia europea apostó por buscar una "solución pacífica" a los que se enfrentan los trabajadores en huelga, a través del diálogo social.
La revuelta de ayer puso al presidente de Kazajistán, Nursultán Nazarbáyev, frente a una de las crisis más graves desde que asumió su cargo hace veinte años.
El Gobierno responsabilizó hoy a "oponentes de las autoridades" y "fugitivos de la justicia en el exilio" de los disturbios, según una nota del Ministerio de Exteriores, y negó los datos "transmitidos por rumores y por internet" de que "decenas de personas murieron o resultaron heridas a manos de la policía".