SEÚL.- Esta noche se informó la muerte del enigmático líder del régimen de Corea del Norte, Kim Jong-il, quien será sucedido por un hijo para seguir con la dinastía comunista fundada por el padre del fallecido gobernante, Kim Il-sung.
La información puso en estado de alerta al Gobierno y las autoridades militares de Corea del Sur, su vecino, del que lo separa la zona desmilitarizada del Paralelo 38.
Kim Jong-Il murió el sábado a los 69 años, pero la comunicación oficial fue hecha recién este lunes por la televisión estatal norcoreana. El presentador hizo el anuncio entre sollozos.
Su sucesor, Kim Jong-Un, es el tercero y más joven de los hijos del gobernante norcoreano. Las escasas informaciones filtradas desde ese país, sometido a un férreo régimen represivo, ya lo habían señalado como el continuador de su padre al frente del gobierno.
Según la agencia oficial KCNA, el "querido líder", como era obligatoriamente llamado en Corea del Norte, murió a bordo de un tren. Su fallecimiento se debió a la "gran tensión física y mental" que experimentó durante una "inspección en terreno de alta intensidad".
Kim había sufrido en agosto de 2008 un ataque cerebral. No obstante, se lo vio en buen estado de salud durante sus últimas salidas al exterior, a Rusia y China, en agosto de este año.
Siempre se movilizaba en tren, debido a que desconfiaba de los aviones; paradójicamente, su deceso se produjo a bordo de su transporte sobre rieles.
El funeral de Kim se realizará el 28 de diciembre en Pyongyang, de acuerdo a la agencia surcoreana Yonhap. Su hijo asumirá el mando de la comisión encargada de preparar la ceremonia, a la que no se permitiría el acceso de delegaciones extranjeras, informó KCNA.
Añadió que sus restos serán depositados en el Palacio Memorial de Kumsusan, que alberga el cuerpo embalsamado del "Gran Líder” Kim Il-Sung.
Hijo es encumbrado como "gran sucesor"
Kim Jong-Un fue denominado como el "gran sucesor del sistema revolucionario" de Corea del Norte en otro comunicado de la agencia oficial KCNA.
"Tenemos que convertir esta tristeza en valentía bajo la dirección de Kim Jong-un y tenemos que luchar para que la gran revolución tenga éxito en estos momentos difíciles", expresó un despacho de la agencia recogido por medios japoneses.
"El mando de Kim Jong-Un es seguro y definitivo para cumplir la revolución y la brillante sucesión", concluyó la nota.
Hambre y campos de concentración
Kim Jong-Il llegó a poder tras la muerte de su padre, Kim Il-sung, en 1994. El fundador de la dinastía, quien estuvo 46 años al frente de Corea del Norte desde 1948, fue el constructor del particular régimen político que regula estrechamente la vida de sus 24 millones de habitantes.
Dentro de la escasa información que se filtra a través de las fronteras norcoreanas figuran denuncias de campos de concentración que mantendrían tras alambradas a unas 200 mil personas, expuestas a trabajos forzados, torturas y ejecuciones sumarias.
De acuerdo al informe 2011 de Amnistía Internacional, cifras de la ONU estiman que un tercio de la población del país muestra raquitismo y más de 40 mil niños menores de cinco años sufren anualmente desnutrición aguda.
La pesada herencia que recibe el hijo del "Querido Líder"
La atención de Corea del Sur, su estrecho aliado Estados Unidos y el resto del mundo se centra ahora en la figura de Kim Jong-un, el tercer vástago del fallecido líder.
El nuevo gobernante, de 27 años (según el dato oficial), se encaramó al poder debido a la incompetencia de sus hermanos mayores.
Kim Jong-nam, el hijo mayor, perdió el favor de su padre debido a su rocambolesco comportamiento que incluyó un viaje a Japón, con nombre supuesto, en el que fue descubierto. Había afirmado que quería visitar el parque Disneylandia de Tokio.
Otros medios hermanos quedaron oscuramente atrás en la carrera por el poder, dentro del hermetismo con el que se maneja la política en Corea del Norte.
Conforme se consolidaba su condición de sucesor, Kim Jong-un recibió nombramientos y un apodo oficial, "Brillante Camarada", el que deben agregar obligatoriamente todos los norcoreanos cada vez que lo mencionan, tal como ocurrió con su padre y abuelo.
La costumbre es otra muestra del rígido culto a la personalidad que aplica el liderazgo comunista en esa nación, inspirado en el que desarrolló Stalin en la extinta Unión Soviética.
No obstante, analistas occidentales apuntan que el cuñado del fallecido líder, Chang Sung-taek, de 65 años y vicepresidente de la Comisión Nacional de Defensa, podría ser el verdadero poder tras el trono. Ya se lo mencionó como quien rigió a Norcorea durante el ataque sufrido por Kim en 2008.
Los problemas que enfrenta la nueva cúpula gobernante incluyen las continuas hambrunas que afectan a la población, las que ha obligado a pedir ayuda a Occidente, y la permanente tensión militar y nuclear que se mantuvo durante todo el período de su antecesor.
Otro punto clave son los pasos para una eventual reunificación de la península. En medio de períodos de fuertes roces, Kim Jong-il abrió sutiles ventanas de acercamiento con Corea del Sur, como la reapertura del transporte a través de la frontera desmilitarizada y la reanudación de contactos entre familiares separados entre el norte y el sur tras la devastadora guerra librada en la década de 1950.
Los signos de deshielo alternaron con episodios de violencia militar que llegaron al intercambio de disparos de artillería en noviembre del año pasado.