WASHINGTON.- Estados Unidos dijo este domingo que está "siguiendo de cerca" la información de la muerte del gobernante de Corea del Norte, Kim Jong-il. La Casa Blanca recalcó que está "comprometida" con la estabilidad en la península coreana y la seguridad de sus aliados, especialmente Corea del Sur y Japón.
"El Presidente ha sido informado y estamos en contacto directo con nuestros aliados en Corea del Sur y Japón", dijo el portavoz Jay Carney.
"Seguimos comprometidos con la estabilidad en la península coreana y con la libertad y la seguridad de nuestros aliados", añadió durante un escueto comunicado.
Un alto responsable del departamento de Estado, quien habló bajo anonimato, indicó que la jefa de la diplomacia estadounidense, Hillary Clinton, también había sido informada de la sorpresiva muerte, pero no reveló más detalles.
"Personificación del mal"
La prudente reacción del Gobierno fue contrapesada por congresistas estadounidenses, quienes pusieron énfasis en las permanentes violaciones a los derechos humanos cometidas por el régimen.
"Kim Jong-il fue la personificación del mal, un dictador de la peor especie que dirigía su país con mano de hierro y constantemente infligía dolor y sufrimiento a su pueblo", afirmó Don Manzullo, representante por Illinois y jefe del Subcomité sobre Asia Oriental en la Cámara de Representantes de EE.UU.
"Esperamos que su muerte marque la apertura de un nuevo capítulo para Corea del Norte. Esta es una oportunidad para ese país de escapar de un ciclo de opresión y tomar un nuevo camino hacia la democracia", añadió.