SEÚL.- El Presidente de Corea del Sur, Lee Myung-bak, defendió este jueves a sus servicios de espionaje, fuertemente criticados luego de su fracaso en descubrir la muerte del líder norcoreano Kim Jong-il antes del anuncio oficial.
Dirigentes de la oposición de la izquierda pero también parlamentarios de la derecha oficialista pidieron la renuncia de Won Sei-hoon, jefe del Servicio Nacional de Inteligencia (SNI).
Kim Jong-il murió el sábado pero el régimen comunista norcoreano mantuvo la noticia en secreto durante dos días antes del anuncio formal el lunes, tomando por sorpresa a toda Corea del Sur, incluyendo al servicio de espionaje.
"Es verdad que fuimos tomados de sorpresa por la muerte de Kim Jong-il, pero todos los otros países estaban en la misma situación", afirmó el Mandatario, en referencia al hecho de que Estados Unidos confirmó no saber nada antes del lunes, y posiblemente también China.
A un dirigente opositor que le pidió la renuncia inmediata del jefe del servicio de inteligencia, Lee respondió: "deje que mi gobierno decida".
El responsable del SNI también fue objeto de severas críticas por haber cuestionado la versión oficial sobre la muerte de Kim Jong-il ofrecida por las autoridades norcoreanas.
Según el gobierno de Pyongyang, el ex hombre fuerte del país murió a los 69 años de un síncope cardíaco cuando efectuaba una gira de inspección de Corea del Norte en su tren blindado, y por ello los medios glorificaron al líder, presentado como un mártir liquidado por el exceso de trabajo en favor del país.
Sin embargo, durante una sesión parlamentaria el martes, Won afirmó que el tren utilizado por Kim Jong-il no había salido de la estación de Pyongyang ni el viernes ni el sábado, día de la muerte del dirigente.
Un parlamentario oficialista, Kwon Young-se, criticó las declaraciones de Won, por considerar una irresponsabilidad cuestionar públicamente la versión oficial de Corea del Norte en momentos de tanta tensión.
"La dirigencia del Norte es muy vulnerable en este momento y las relaciones intercoreanas son muy sensibles", dijo el legislador, quien recordó que no era el momento de "arrojar más leña al fuego".