SIDNEY.- Dos sismos de gran intensidad que alcanzaron 5,8 grados de magnitud sacudieron hoy Nueva Zelandia sin que las autoridades hayan informado, por el momento, de víctimas o hayan dado la alerta de tsunami.
Los sismos fueron acompañados por intensas réplicas que provocaron gran inquietud en la población de la ciudad, afectada por un potente terremoto en febrero.
Los fuertes temblores derribaron muebles y estanterías en las tiendas e hicieron huir a los compradores que se afanaban en las últimas adquisiciones antes de Navidad, según relatos de testigos.
Una persona resultó herida en un mall y fue trasladada a un centro asistencial, señaló la policía local.
Varios automóviles quedaron atascados en grietas que se abrieron en el pavimento durante los sismos.
No se habían reportado daños de gravedad en edificaciones, de acuerdo a los primeros informes. No obstante, el aeropuerto local y los centros comerciales fueron cerrados como precaución.
"Fue increíblemente violento", dijo un auditor que llamó a la Radio New Zealand. "Toda el agua de mi fuente de aves saltó fuera y pude oír como se caía todo dentro de mi casa".
La ciudad había sido severamente dañada en un terremoto ocurrido el 22 de febrero, que alcanzó 6,3 grados y causó cerca de 170 muertes.
Nueva Zelandia se asienta en la falla entre las placas tectónicas del Pacífico y Oceanía y registra cerca de 14.000 terremotos cada año, de los que entre 100 y 150 tienen la suficiente intensidad como para ser percibidos.