Port Stanley, capital del archipiélago.
Reuters
SANTIAGO.- La flota pesquera originaria de Vigo, en España, que opera en la zona de las islas Malvinas y está abanderada en las islas quedó sin puertos de reabastecimiento y apoyo, tras la decisión del Mercosur de cerrar sus puertos a los buques con bandera del archipiélago.
La determinación, que solidariza con la demanda argentina sobre ese territorio, complicó a los empresarios hispanos que laboran en esa área y llevan en sus barcos la bandera de las Malvinas (Falklands, según el Reino Unido) como enseña de conveniencia.
Los armadores vigueses esperaban poder contar con puertos chilenos, especialmente Punta Arenas, para usarlos como alternativa en reemplazo de Montevideo, hasta ahora su base de operaciones.
Cabe recordar que la presencia de la flota de Malvinas en ese terminal uruguayo traía ganancias para este terminal que ascendían a entre 200 y 300 millones de dólares al año, obtenidos a través del pago de tasas y servicios portuarios y los servicios prestados a las embarcaciones y las tripulaciones, entre otros aspectos.
Sin embargo, la decisión chilena de respaldar la posición del Mercosur (reafirmada hoy lunes por el ministro secretario general de Gobierno, Andrés Chadwick) obligaría a los armadores a optar por puertos en África, con costos mucho mayores que harían menos conveniente la extracción de especies de menor valor comercial.
En el archipiélago sólo existe una compañía marítima que brinda servicios portuarios, la griega Lavinia Corporation, que actúa como un monopolio, según consignan fuentes citadas por el diario español "Faro de Vigo".
Mientras tanto, operadores portuarios de Montevideo trataban de revertir la medida adoptada por las autoridades del país, debido a las pérdidas que traería la ausencia de la flota abanderada en Malvinas para la economía de este terminal marítimo.