BUENOS AIRES.- El último dictador argentino, Reynaldo Bignone, y otros dos acusados se negaron hoy a dar sus últimas palabras antes del veredicto del juicio que se les sigue por crímenes cometidos en un centro clandestino de detención que funcionó en un hospital bonaerense durante la dictadura.
El Tribunal Oral Federal número 2 ofreció la posibilidad de que los acusados hablen antes de la sentencia pero, ante la negativa de los imputados, los jueces resolvieron pasar a un cuarto intermedio hasta la lectura del veredicto, que se realizará este mismo jueves, precisaron portavoces judiciales.
Bignone, el civil Luis Muiña y el ex brigadier del aire Hipólito Rafael Mariani fueron juzgados por crímenes cometidos contra 22 personas en el estatal Hospital Posadas, en la periferia de Buenos Aires, que funcionó bajo jurisdicción del Primer Cuerpo de Ejército durante la última dictadura militar argentina (1976-1983).
Se trata del cuarto juicio que afronta Bignone, quien a los 83 años acumula dos condenas a prisión perpetua por delitos cometidos en el régimen y en julio pasado recibió el beneficio de prisión domiciliaria por su avanzada edad.
El último dictador argentino, quien negoció la transición a la democracia después de firmar una ley de Amnistía luego anulada y ordenar la destrucción de toda la documentación sobre detenciones, torturas y asesinatos de desaparecidos, es juzgado además por el robo de bebés durante el régimen militar.
La del Hospital Posadas es una de las causas que se reabrieron en Argentina tras la derogación parlamentaria en 2003 de las "leyes del perdón", que libraron de responsabilidad a más de un millar de vinculados con violaciones a los derechos humanos durante la dictadura y cuya nulidad fue confirmada en 2005 por la Corte Suprema.