MAIDUGURI, Nigeria.- Los ataques de islamistas no cesan tras el fin del ultimátum de tres días contra los cristianos en el noreste de Nigeria: anoche mataron a 15 personas en atentados en el noroeste del país.
El primero de los ataques ocurrió en la ciudad de Yola, capital del estado de Adamawa, donde individuos armados que cubrían sus rostros con tela negra atacaron la iglesia apostólica. Perecieron ocho feligreses.
Horas después, al menos tres personas murieron en un ataque similar contra un salón de belleza cercano al recinto eclesiástico, y se suman también a otros cuatro que perdieron la vida en diversos enfrentamientos.
Ante la ola de violencia, los cristianos anunciaron que se defenderán de la lucha sectaria que emprendió el grupo Boko Haram contra el Gobierno.
Los ataques tienen lugar después de que la agrupación dijera que mataría a todos los cristianos del norte predominantemente musulmán de Nigeria, donde ha aprovechado las persistentes tensiones religiosas y étnicas que afectan a esta nación de 160 millones de habitantes.
En los últimos días solamente, el grupo ha causado la muerte de al menos 44 personas, a pesar del estado de emergencia que el presidente declaró en las regiones asoladas por la secta en el país, el cual posee grandes yacimientos petrolíferos.
Debido a la violencia, el gobernador del estado de Adamawa, Murtala Nyako, impuso un toque de queda de 24 horas en esa región rural. Los hechos de violencia han antecedido a las elecciones para el cargo de gobernador que se efectuarán a finales de enero.