LAGOS.- El Gobierno provincial de Kano (norte de Nigeria) declaró hoy el toque de queda tras los disturbios registrados en la jornada de huelga por el alza de precios de la gasolina, que han dejado al menos un muerto y 30 heridos en la capital del Estado.
Los disturbios se produjeron cuando los manifestantes trataron de asaltar la sede del Gobierno de Kano, principal ciudad del norte de Nigeria.
Según la información de la televisión nigeriana, la violencia de los piquetes llevó a la Policía a disparar balas de goma y utilizar gases lacrimógenos para dispersar a los manifestantes.
En los disturbios, un niño de 15 años murió como resultado de supuestos disparos hechos por las fuerzas de seguridad durante el enfrentamiento, mientras que otro menor falleció, al parecer, al ser aplastado por los manifestantes en Kano, señaló Channel TV.
La Cruz Roja informó que 30 personas resultaron heridas durante los enfrentamientos, 18 de ellos por disparos.
Al margen de los sucesos, los dos principales sindicatos nigerianos y convocantes de la huelga, el Congreso de Sindicatos (TUC) y el Congreso del Trabajo de Nigeria (NLC), aseguraron que el paro está siendo un éxito, pues el país, según ellos, está prácticamente paralizado.
El TUC y el NLC convocaron la huelga después de que el Gobierno anunciara el Día de Año Nuevo la retirada de un subsidio al combustible.
Como consecuencia de la medida, el precio de la gasolina se ha disparado de 0,40 dólares a 1,30 dólares el litro y ha aumentado el costo de la gran mayoría de productos y servicios, en especial del transporte.
El Gobierno afirmó hoy que respeta el derecho de los nigerianos a manifestar su enojo, pero insistió en la necesidad de retirar el subsidio de la gasolina, que forma parte de un paquete de medidas de ajuste económico.
En un discurso televisado a la nación el pasado sábado, el presidente de Nigeria, Goodluck Jonathan, intentó explicar esa decisión y pidió comprensión a los ciudadanos ante las medidas, que incluyen la reducción de 25 por ciento en el salario base de los funcionarios y recortes en los gastos estatales.