TOKIO.- Japón reducirá su dependencia de las importaciones de crudo iraní, anunció hoy el ministro de Finanzas nipón, Jun Azumi, tras un encuentro con su homólogo estadounidense, Timothy Geithner, de visita en Tokio.
La intención de Japón es reducir las importaciones de crudo de Irán "de forma progresiva pero rápida", dijo Azumi ante la prensa en la capital nipona.
Japón colaborará estrechamente en la cuestión iraní con Estados Unidos y seguirá las sanciones estadounidenses contra Irán por su controvertido programa nuclear.
Geithner, que llegó a Tokio en la noche del miércoles procedente de Beijing, señaló por su parte que Japón es un "aliado vital" para su país. "Estados Unidos y Japón pueden trabajar juntos para instar al gobierno de Irán a cumplir sus obligaciones internacionales", informó la agencia de noticias "Kyodo".
El crudo iraní supone alrededor del diez por ciento de las importaciones de petróleo de Japón. El país sufriría problemas si suspende la compra de crudo de repente, pues lo necesita para generar electricidad.
A ello se suma que sólo seis de los 54 reactores nucleares nipones están ahora en red ante la gran preocupación desatada por la crisis de Fukushima tras el terremoto y tsunami de marzo. La central ha estado filtrando radiación desde entonces.
Las sanciones estadounidenses pretenden afectar a la industria petrolera persa, al contemplar la retirada del mercado estadounidense de toda institución de cualquier país que tenga negocios con el banco central de Irán, que gestiona los ingresos de crudo.
Azumi sostuvo que Japón entiende totalmente las sanciones, aunque destacó que Japón ya redujo alrededor del 40 por ciento de sus importaciones de crudo iraní en los últimos cinco años.
Japón espera que Estados Unidos exima a los bancos nipones de las sanciones a cambio de una reducción significativa de sus importaciones de crudo iraní, informó la agencia Kyodo citando fuentes del gobierno en el anonimato.
En relación a la crisis de deuda en Europa, Geither señaló tras el encuentro que los gobiernos de la zona euro están "haciendo progresos" para adoptar normas fiscales para garantizar un presupuesto equilibrado.
Además, Azumi señaló que Japón y Estados Unidos comparten la visión de que el exceso de volatilidad en las tasas de cambio de las divisas dañan la estabilidad de la economía global y los mercados financieros.
Geithner indicó que es necesario trabajar en el marco del grupo del G20 para reducir la volatilidad de los mercados, pero no comentó las intervenciones unilaterales de Tokio para frenar la subida del yen frente al dólar y otras divisas. Washington pidió a Tokio en diciembre que se abstuviera de acciones por cuenta propia.
Geithner se reunió también con el primer ministro, Yoshihiko Noda, y con el gobernador del banco de Japón, Masaaki Shirakawa, antes de regresar a Estados Unidos.