Garzón enfrentó hoy el primer juicio en su contra.
AgenciasMADRID.- Baltasar Garzón, quien es acusado por ordenar la grabación de conversaciones en casos de corrupción, justificó hoy sus actos en el comienzo de su juicio, pues los hizo para que se siguieran cometiendo delitos.
El juez está acusado de los delitos de prevaricación y violación de las garantías constitucionales por ordenar grabar las conversaciones que mantuvieron en prisión con sus abogados varios imputados del conocido "caso Gürtel", que implica a altos cargos del gobernante Partido Popular (PP), y que precisamente destapó el propio Garzón .
El juicio que se abrió en el Tribunal Supremo español es la primera de tres causas abiertas a Garzón , que también será juzgado a partir del día 24 por haberse declarado competente para investigar los crímenes del franquismo.
El magistrado fue suspendido de su cargo en la Audiencia Nacional en mayo de 2010 por estos procesos, iniciados a instancias de abogados de los imputados, en el caso de las escuchas, y de grupos de ultraderecha, en el del franquismo.
Ante la sede del Tribunal, decenas de simpatizantes de la Plataforma "Solidarios con Garzón ", que agrupa a organizaciones para la recuperación de la Memoria Histórica, artistas e intelectuales, se manifestaban para denunciar la "persecución política" del magistrado.
Una vez comenzado el juicio, la defensa de Garzón pidió la recusación de dos de los jueces que le juzgan, por considerarles no imparciales, así como que se le de al magistrado la posibilidad de recurrir en caso de una condena que le costaría su apartamento definitivo de la carrera judicial. Ambas peticiones fueron rechazadas.
La acusación, integrada por los abogados de los presuntos corruptos, pide que se inhabilite a Garzón hasta 17 años, mientras que la Fiscalía solicita su absolución al considerar que no hubo delito por su parte.
En la hora del interrogatorio a Garzón por parte de la acusación, el famoso magistrado sufrió la humillación de ver cómo el presidente de la sala le ordenaba quitarse la toga que había vestido toda la mañana y sentarse en el banquillo de los acusados.
"Los abogados eran parte nuclear de la misma para desarrollar todas y cada una de las actividades criminales de la organización", subrayó el juez.
Para Garzón , había indicios de que más de 20 millones de euros habían sido enviados a cuentas en Suiza y otros paraísos fiscales, y sin las escuchas se hubiera perdido el rastro del dinero.