GIGLIO.- Los buzos que trabajan en el crucero italiano semihundido Costa Concordia suspendieron las tareas de rescate el miércoles luego de que la embarcación se movió más de un metro, lo que retrasó los planes para remover el combustible del barco y así evitar un desastre ecológico.
Cinco días después de que el barco de 114.500 toneladas golpeó una roca y encalló en la costa de la isla toscana de Giglio, las esperanzas de encontrar a más gente con vida se han desvanecido y los expertos en salvataje se preparan para extraer las 2.300 toneladas de combustible del casco.
La búsqueda fue suspendida por todo el día el miércoles cuando el barco se deslizó aproximadamente
Cuando empezó a oscurecer, un portavoz dijo que la nave se había estabilizado, pero no estaba claro si las operaciones se reanudarán el jueves por la mañana.
Hasta que se dio la orden de suspender las operaciones de búsqueda, los buzos se preparaban para reanudar la tarea de registrar las áreas hundidas, donde se realizaron explosiones controladas para permitir un mayor acceso.
"La visibilidad es horrible. Ayer no podía verme la mano cuando la ponía delante de la cara", dijo Giuseppe Minciotti, uno de los especialistas en buceo que trabaja en el casco.
"Agarré un trozo de algo que flotaba y no pude ver qué era hasta que saqué la cabeza del agua. Era un zapato de mujer", añadió.