ROMA.- La búsqueda de la veintena de desaparecidos en el naufragio del "Costa Concordia", ocurrido el pasado viernes frente a la isla italiana del Giglio, se suspendió hoy debido a que los movimientos continuos del crucero ponen en peligro la vida de los buzos.
Los instrumentos que monitorizan constantemente el casco del Costa Concordia, que yace encallado a unos 150 metros de la costa, en Toscana, están revelando continuos movimientos desde esta mañana.
Ahora se estudia si esto depende de las corrientes marinas que desestabilizan los puntos de apoyo o del movimiento de los líquidos internos, pues el mar, por el momento, está relativamente calmo.
A las 7:30 hora GMT de hoy (4:30 horas en Chile), los encargados de las tareas de búsqueda, el cuerpo de bomberos, la capitanía de puerto y marina militar, se reunirán para decidir qué hacer.
Además, según las previsiones meteorológicas, se espera en las próximas horas una fuerte marejada que hace temer por la estabilidad del barco, ya que las corrientes y el oleaje podrían empujarle hacia el fondo del mar, pues se encuentra a pocos metros de un abismo de 60 metros de profundidad.
En la reunión está previsto que participen también los técnicos de la compañía holandesa Smit Salvage, que será la encargada de vaciar las cerca 2.300 toneladas de carburante que hay aún en las bodegas del crucero, pero solo cuando se den por finalizadas las tareas de búsqueda de desaparecidos.
Hoy se podrán tomar importantes decisiones debido al peligro de que el crucero pueda hundirse con todo el carburante y según las primeras estimaciones, se necesitarían cerca de dos semanas para vaciar completamente sus bodegas.
El naufragio se debió, según admitió la compañía naviera Costa Cruceros, a un "error humano" del capitán que acercó el barco hasta unos 150 metros de la costa de esa pequeña isla del mar Tirreno y en la maniobra impactó con un escollo.
Hasta el momento se han recuperado 11 cadáveres, entre ellos el de un peruano y el de un español y entre los desaparecidos hay seis italianos, entre estos una niña de 5 años, además de una decena de alemanes, dos franceses, un indio y la peruana Erika Soria, de 26 años, quien formaba parte de la tripulación.