Unión Europea endurece sanciones contra Irán y aprueba embargo petrolero

BRUSELAS.- Los ministros de Exteriores de la Unión Europea decretaron hoy un embargo petrolero contra Irán y la congelación de las cuentas del banco central iraní en la UE, en el paquete de sanciones más duro aprobado nunca contra el país persa por su programa nuclear.

Los ministros aprobaron así un acuerdo previo adoptado por los embajadores, que preveía la prohibición inmediata de nuevos contratos de suministro y un margen hasta el 1 de julio para cerrar los ya existentes, informaron fuentes diplomáticas.

También se prohíbe el comercio de productos petroquímicos, oro, metales preciosos, diamantes, billetes y monedas, aunque se permite el "comercio legítimo" con Irán bajo "condiciones estrictas". Además se adoptaron medidas contra el banco central iraní.

Las sanciones serán efectivas a partir de mañana martes, con su publicación en el diario oficial de la UE. Sin embargo, para que el embargo petrolero sea vinculante a las firmas importadoras, se necesita una propuesta oficial de la Comisión Europea, apuntaron fuentes diplomáticas.

Pese al consenso político, la implementación del embargo petrolero se espera problemática, ya que los estados más dependientes del crudo iraní intentan limitar el daño a sus economías. El ejemplo más claro es el de Grecia, que busca otros suministradores para sustituir los envíos iraníes, en condiciones ventajosas.

Italia ha insistido en continuar importando crudo iraní destinado a pagar una deuda que Irán tiene con la compañía italiana de gas ENI. Los diplomáticos señalaron que esa condición se aceptó.

Los embajadores acordaron también revisar periódicamente el impacto de las sanciones en la economía europea y los precios globales del crudo. La primera revisión tendrá lugar en mayo.

Además, se decretó la prohibición de viajar a tres personas más y se congelaron sus bienes en la UE. Ocho empresas u organizaciones se unieron también a una lista negra de empresas con las que no pueden hacer negocios empresas europeas. Con ello, el número de personas con prohibición de viajar a la UE aumenta a 116 y de empresas y organizaciones sin posibilidad de hacer negocios europeos a 441.

El objetivo es presionar a Irán a negociar con la comunidad internacional por su programa nuclear, que Occidente sospecha tiene fines militares, pese a que Irán insiste en que son meramente pacíficos. "El efecto deseado de las sanciones es que Irán se tome en serio nuestro deseo de volver la mesa de negociaciones", señaló la jefa de la diplomacia europea, Catherine Ashton.

"Esperamos un pacto de sanciones sin precedentes", había dicho antes del encuentro el ministro del ramo británico, William Hague. "Irán continúa desafiando las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU y enriquece uranio al 20 por ciento, algo para lo que no es posible una explicación civil".

"Creo que es muy importante aumentar la presión pacífica sobre el gobierno iraní para iniciar negociaciones", añadió.

"Debemos reaccionar con valentía, aunque a nadie le guste", dijo el alemán Guido Westerwelle. "Se trata de que no podemos aceptar que Irán acceda a la bomba atómica". La "opción de un Irán armado nuclearmente" no puede ser aceptada. "Creo que habrá claras sanciones en el sector energético, algo también necesario", puntualizó.

El ministro sueco del ramo, Carl Bildt, matizó sin embargo que las sanciones por sí solas no son la solución a esa cuestión, sino que se necesita una solución diplomática. "Nadie tiene interés en una confrontación o una guerra", señaló.

Bildt y Hague se mostraron convencidos de que Irán no intentará bloquear el estrecho de Ormuz, clave para el transporte mundial de crudo.

Irán supuso en 2010 el 5,7 por ciento de las importaciones totales de crudo de la Unión Europea, pero en algunos estados esa cuota es mayor y llega hasta el 25 por ciento en Grecia, al 13 por ciento en Italia o al 10 por ciento en España. Para Irán, la UE y China son sus mayores socios comerciales. El 90 por ciento de las exportaciones iraníes a Europa son de crudo.