MOSCÚ.- La organización no gubernamental Golos, que se dedica a registrar los fraudes electorales, fue conminada a abandonar sus oficinas en Moscú, a dos meses de la elección presidencial del 4 de marzo, según la ONG acusando a los servicios secretos rusos de estar detrás de la maniobra.
"Recibimos el 16 de enero una carta del propietario de nuestras oficinas en la que nos pide que dejemos el local para el 1 de febrero por obras, aunque por contrato se necesite un plazo de 60 días", declaró la presidenta de la ONG Lilia Shibanova.
El martes el propietario del local advirtió que "se cortará la electricidad del 25 del enero al 6 de marzo", según una carta.
"Se trata de una campaña deliberada para impedir nuestra actividad", denunció Shibanova.
Esto sucede luego de que la ONG anunciara la presentación de un "mapa del fraude" -proyecto interactivo que permite registrar las infracciones en el país- para la elección presidencial a la que se presenta el primer ministro y ex presidente Vladimir Putin.
El mapa debe ser presentado el miércoles a las 10:00 GMT (07:00 horas en Chile).
La ONG Golos, que reveló fraudes masivos en las legislativas del 4 de diciembre, lo que desencadenó manifestaciones multitudinarias contra el poder, ya estaba en la mira de las autoridades rusas.
Los problemas de Golos comenzaron desde la intervención del primer ministro el 27 de noviembre cuando fustigó el financiamiento del extranjero a las organizaciones no gubernamentales rusas cuyo objetivo era "influenciar el curso de la campaña electoral". Comparó entonces a la ONG con "Judas".
Shibanova fue brevemente detenida la víspera de las legislativas y su ordenador, confiscado. El canal de televisión NTV, controlado por el gigante del gas Gazprom, difundió por su parte una película en la que se acusa a Golos de actuar por cuenta de Estados Unidos.
"Es muy probable que el FSB (ex KGB, servicios secretos) haya contactado con el propietario de la oficina. El FSB hostiga a nuestros colegas en las regiones haciéndoles propuestas provocadoras", concluyó Shibanova que se abstuvo de acusar a Putin, un ex agente del KGB.