BERLÍN.- La fiscalía de Hannover, norte de Alemania, registró la oficina del Presidente Christian Wulff en busca de pruebas contra su ex portavoz, quien dimitió en diciembre en pleno escándalo por las sospechas de corrupción sobre el político conservador.
Los registros se practicaron en el despacho del ex vocero, Olaf Glaeseker, informaron fuentes de la fiscalía al dominical "Bild am Sonntag", y se incautaron documentos y material de su ordenador.
Glaeseker, asesor de Wulff y portavoz del político desde sus tiempos de primer ministro de Baja Sajonia, dimitió en diciembre, unas semanas después de que estallara el escándalo por presunto amiguismo del presidente en su etapa de "barón" regional del "Land".
Según confirmó una portavoz de presidencia a ese medio, el registro se realizó el jueves de la pasada semana y en él participaron varios funcionarios de la fiscalía.
Contra Glaeseker hay abiertas diligencias por presunto soborno y corrupción, relacionadas con sus contactos con destacados hombres de negocios del "Land" de Baja Sajonia.
El escándalo por presunto amiguismo contra Wulff estalló el pasado 13 de diciembre, al publicar el popular diario "Bild" que en sus tiempos de primer ministro regional había aceptado un crédito privado de una familia de empresarios amigos por medio millón de euros, con el que adquirió una casa unifamiliar.
A esas sospechas siguió la publicación de una lista de estancias vacacionales pasadas por Wulff y su familia a invitación de distintos empresarios amigos, en Italia y España, entre otros lugares, asimismo siendo "barón" de Baja Sajonia.
En medio de un fuerte revuelo mediático, el presidente pidió disculpas por no haber informado debidamente de ese préstamo cuando se lo requirió la cámara regional de Baja Sajonia.
Esa declaración, unos días antes de Navidad, se produjo inmediatamente después de la intempestiva dimisión de Glaeseker, quien no explicó sus motivos.
El caso siguió coleando durante la pausa navideña, tras la cual tomó de nuevo ímpetu con un goteo de otras revelaciones de presuntos casos de amiguismo, tanto del presidente como de su asesor.
Asimismo, se reveló que Wulff trató de intimidar al diario "Bild" para impedir la publicación de esas informaciones y que llamó a su director, Kai Dieckmann, amenazándolo con una ruptura de relaciones.
Wulff llegó a la presidencia en junio de 2010, a propuesta de la canciller Angela Merkel y tras la dimisión del cargo de su correligionario Horst Köhler por unas declaraciones relacionando la misión de Afganistán con los intereses económicos de Alemania.
Merkel, presidenta de la Unión Cristianodemócrata (CDU) de Wulf, ha expresado repetidamente su apoyo al presidente y ratificó, en declaraciones al dominical de "Bild", ese respaldo.