Imagen de la embajada norteamericana, que este lunes fue cerrada por el Gobierno de Obama.
EFEWASHINGTON.- Estados Unidos cerró este lunes su embajada en Siria y evacuó a los últimos miembros del personal diplomático que quedaban en el país, anunció el departamento de Estado, pese a lo cual el Presidente Barack Obama dijo que continuaba apostando a una solución diplomática de la situación.
La legación diplomática estadounidense en Damasco "suspendió todas sus actividades a partir del 6 de febrero de 2012 a causa de la violencia y del deterioro de las condiciones de seguridad", indicó el departamento de Estado en un comunicado.
"El embajador Robert Ford y todos los funcionarios de la embajada y sus familias se han ido" de Siria, añade el documento, en el que se insta además a todos los ciudadanos estadounidense que todavía quedan en ese país a abandonarlo.
"El reciente estallido de violencia, principalmente los bombardeos en Damasco del 23 de enero, han aumentado los temores respecto a nuestra embajada, que no está lo suficientemente protegida contra un ataque armado", explicó.
El boletín precisó que su representación diplomática y las de otros países habían manifestado su preocupación al gobierno sirio, pero éste no había respondido "de forma satisfactoria".
El cierre de la embajada se produce después de que la violencia hubiera causado 37 muertos este lunes en Siria, dos días después de que Rusia y China vetaran en el Consejo de Seguridad de la ONU un proyecto de resolución que condenaba la represión por parte del régimen de Bashar al-Assad.
Según el Observatorio Sirio de Derecho Humanos, centenares de carros blindados del ejército sirio tomaron por asalto este lunes la ciudad de Zabadani, al noroeste de Damasco.
Obama aún cree en una solución negociada
En una entrevista con la cadena de televisión "NBC" difundida este lunes, el Mandatario Obama se mostró contrario a una intervención militar en Siria, a diferencia de la intervención de las potencias occidentales el año pasado en Libia tras una resolución del Consejo de Seguridad de la ONU.
Obama consideró que todavía era posible una solución negociada y defendió la actitud de su administración desde el inicio de la crisis en Siria, en marzo pasado argumentando que Washington reclamaba "sin descanso" el fin del régimen de al-Assad.
"Es importante resolver (la crisis) sin recurrir a una intervención militar exterior y pienso que es posible", declaró el mandatario a la "NBC".
"Me parece que cada vez más gente en Siria reconoce que es hora de pasar página y de que el régimen de Assad siente que el cerco se está cerrando. La cuestión no es de 'si', sino de 'cuándo'" caerá el gobierno sirio, añadió.
En medio de las críticas generalizadas de Occidente al veto impuesto por Rusia y China a la última propuesta de resolución sobre Siria en la ONU, la embajadora de Estados Unidos ante el organismo internacional, Susan Rice, afirmó que esos dos países "terminarán lamentando su decisión".
El veto, sostuvo la diplomática en una entrevista a la cadena de televisión "CNN", es "una estaca clavada en el corazón de los intentos por resolver pacíficamente el conflicto" en Siria y ha alineado a los dos países "con un dictador agonizante cuyos días está contados y que les ha puesto en una posición complicada frente al pueblo sirio y la región en conjunto".
El bloqueo de la resolución en el Consejo de Seguridad por parte de Moscú y Beijing "aumentó considerablemente el riesgo de violencia (...) e incluso de una guerra civil", añadió.
Como respuesta, indicó, Estados Unidos incrementará sus sanciones económicas contra el régimen de Damasco y la coordinación con los países árabes para aislar a al-Assad.