ROMA.- El ex primer ministro de Italia, Silvio Berlusconi, ha sido enviado a juicio por la jueza de la audiencia preliminar de Milán, Maria Grazia Domanico, por la publicación de escuchas telefónicas de procedencia ilícita en el diario "Il Giornale", propiedad de su hermano Paolo.
Se trata del cuarto proceso abierto a Berlusconi en la capital lombarda, informan hoy los medios italianos.
El mandatario está acusado de un supuesto delito de fraude fiscal en el conocido caso “Mediaset”; de un delito de corrupción en acto judicial en el caso “Mills”, y de inducción a la prostitución de menores y abuso de poder en el caso “Ruby”. Asimismo, está imputado por supuesta apropiación indebida y fraude fiscal por el caso “Mediatrade”, que está en la fase de audiencia preliminar.
Este caso responde a la petición el pasado 22 de septiembre de la Fiscalía de Milán de envío a juicio de Berlusconi, al que acusa de participación en la revelación de secreto profesional.
Los hechos se remontan a 2005, cuando "Il Giornale" publicó una conversación telefónica entre el presidente de la aseguradora Unipol, Giovanni Consorte, y el entonces líder del partido Demócratas de Izquierda (DS), Piero Fassino.
"Tenemos un banco", aseguraba Consorte en la conversación al referirse a la operación para intentar hacerse con el control de la Banca Nazionale del Lavoro (BNL), un caso por el que la Fiscalía de Roma pidió en abril de 2010 el enjuiciamiento del presidente de la Unipol.
La conversación entre Fassino y Consorte todavía no había sido incluida en las actas de la Fiscalía cuando fue publicada, ya que estaba aún en manos de la policía y de la empresa Research Control System (RSC), que se encargaba de realizar las escuchas.
Supuestamente el 25 de diciembre de 2005 el director de RSC, Roberto Raffaelli, y su amigo Fabrizio Favata mostraron la grabación a los hermanos Berlusconi en la residencia que tiene el ex primer ministro en la localidad norteña de Arcore, cerca de Milán.
En su decisión de rechazar la petición de archivar la causa contra Berlusconi, Donadeo consideró que la cinta con la grabación fue "un regalo" para Silvio Berlusconi ante la proximidad de las elecciones generales en 2006, pues su publicación "habría dañado, como finalmente lo hizo, la imagen de Piero Fassino".
Por su parte el hermano de Silvio Berlusconi, Paolo, ya fue enviado a juicio por este caso, acusado de los delitos de receptación (ocultación o encubrimiento de delincuentes o cosas que son materia de delito), estafa y participación en la revelación de secreto profesional.