RÍO JANEIRO.- Policías y bomberos del estado brasileño de Río de Janeiro iniciaron hoy -a una semana del famoso Carnaval carioca- una huelga en demanda por mejores salarios, que se suma al paro iniciado hace once días por los agentes de la policía militarizada de Bahía, en el noreste del país.
A diferencia de lo que ocurrió en Bahía, donde la paralización hizo dispararse el número de asaltos, saqueos y asesinatos, las autoridades de Río de Janeiro aseguraron que la huelga en demanda de un aumento de los salarios de policías y bomberos se inició con escasa adhesión.
La policía civil divulgó un comunicado en el que asegura que todas sus comisarías operan este viernes normalmente, mientras que el portavoz de la policía militarizada, el coronel Frederico Caldas, aseveró que "la situación es de absoluta tranquilidad".
"No hubo reducción significativa de efectivos y tenemos control absoluto de todas las unidades", enfatizó el oficial, quien agregó que la Justicia Militar ya ordenó el arresto de once líderes del movimiento, considerado como ilegal, ya que suspende un servicio público esencial.
Según Caldas, en las primeras horas de la paralización, anunciada cerca de la medianoche de este jueves, sólo se han registrado algunos problemas "aislados", el más grave de los cuales tuvo lugar en la ciudad industrial de Volta Redonde, donde los agentes de la policía militarizada abandonaron el labor de patrullaje de las calles y fueron reemplazados por efectivos de la élite de la corporación.
Pese a ello, 500 efectivos del Batallón de Choque y del Batallón de Operaciones Especiales (BOPE) están en estado de alerta para asumir la tarea de garantizar la seguridad en caso de que aumente la adhesión a la huelga.
El comando de la huelga policial de Río de Janeiro no divulgó de inmediato un balance sobre el índice de adhesiones al movimiento, iniciado horas después de que la Asamblea Legislativa local hubiese aprobado una anticipación de los reajustes salariales para la categoría.
La escasa adhesión al paro, sin embargo, se refleja en las calles, donde el movimiento en la mañana de este viernes era normal, lo que indica que la mayoría de la población no atendió al llamamiento de los líderes de la huelga, que exhortaron los cariocas a "evitar circular por las calles".
En Bahía, los agentes de la policía militarizada en huelga desde el 31 de enero pasado decidieron anoche continuar el movimiento, que se debilitó después del arresto de dos de sus principales líderes, que comandaron una ocupación de nueve días del edificio de la Asamblea Legislativa, que terminó en la mañana de este jueves.