AP
TOKIO.- Los operarios de la central nuclear de Fukushima han aumentado la refrigeración del reactor 2, uno de los dañados por el tsunami de marzo de 2011, tras detectar una nueva subida de su temperatura, informó hoy TEPCO, operadora de la planta.
Según los datos de la eléctrica, uno de los tres termómetros situados en la base de la vasija de presión de esa unidad marca 78 grados, la temperatura más alta desde que el Gobierno declaró en diciembre que los reactores estaban en "parada fría".
TEPCO señaló, no obstante, que esta subida no es crítica, según la agencia local Kyodo. El termómetro en la base del reactor había alcanzado anoche los 74,9 grados centígrados, tras mantenerse entre 67 y 71 grados en las 24 horas anteriores.
Ante la subida, los operarios han incrementado el volumen de agua que inyectan al reactor desde 13,6 a 14,6 toneladas por hora, detalló la televisión pública NHK. El aumento de la refrigeración se produce después de que el pasado lunes los responsables de Fukushima ya informaron de una subida de la temperatura de esa unidad hasta los 71,7 grados, desde los 45 que marcaba diez días antes.
Ello llevó entonces a recolocar las tuberías de agua a fin de aumentar la eficiencia del sistema de refrigeración y a inyectar un mayor volumen de agua para enfriar el reactor.
La eléctrica indicó que desconocía el motivo del calentamiento, aunque señaló que a finales de enero se habían instalado nuevas tuberías de refrigeración y ello podría haber alterado el modo en que el líquido circula por el interior de la unidad.
Los reactores 1, 2 y 3 de la central de Fukushima Daiichi sufrieron la fusión de sus núcleos después de que sus sistemas de refrigeración quedaron paralizados por el tsunami que arrasó el noreste nipón el 11 de marzo del año pasado.
Aunque ya han alcanzado el estado de "parada fría" y las emisiones de radiactividad se han reducido de forma sustancial, el Gobierno aún mantiene una zona de exclusión en un radio de 20 kilómetros en torno a la planta. Se calcula que retirar el combustible dañado del interior de los reactores 1, 2 y 3 y desmantelar esas unidades podría llevar cerca de cuarenta años.