MANILA.- La ex presidenta filipina Gloria Arroyo (2001-2010), que en los próximos meses debe responder de múltiples acusaciones de corrupción y fraude, se declaró inocente este jueves en manila en la apertura de su proceso por fraude electoral.
Arroyo, de 64 años, está acusada de haber ordenado un fraude masivo en las elecciones senatoriales de 2007 y privó de la victoria a un candidato de la oposición en la provincia meridional de Maguindanao.
La expresidenta, que puede ser condenada a cadena perpetua, fue detenida en noviembre y traslada a un hospital militar -afirma que sufre una enfermedad rara de la médula espinal- porque la justicia teme que huya al extranjero.
Arroyo se presentó ante el tribunal llevando una minerva.