PESHAWAR.- Al menos 12 civiles murieron el jueves al estallar una bomba en una parada de autobús en Peshawar, en el noroeste de Pakistán, no lejos del bastión de los talibanes aliados de Al Qaeda.
Dos niños figuran entre las víctimas mortales. Se trata de pasajeros que esperaban su autobús, por lo que el balance podría agravarse. El ataque dejó además 35 heridos, varios de ellos en estado grave.
El atentado no fue reivindicado pero desde 2007 los talibanes paquistaníes, entonces aliados al ahora muerto Osama Bin Laden, declararon la guerra santa a Pakistán por su alianza con Estados Unidos en su "lucha contra el terrorismo".
Desde entonces, los talibanes son los principales responsables de un ola de atentados que ha dejado en todo el país casi 5.000 muertos en cuatro años y medio.
"Fue un atentado con coche bomba, 12 personas murieron y 35 resultaron heridas", declaró a la AFP Kalam Jan, un oficial de la policía de Peshawar.
"Dos de las víctimas mortales son niños", precisó Tahir Ayub, un oficial de policía, quien aseguró que la bomba había sido escondida en un coche estacionado en medio de las paradas de autobús.
Algunos cadáveres estaban hasta tal punto calcinados que eran irreconocibles, explicó por teléfono a la AFP el doctor Rahim Jan, del hospital principal de Peshawar.
"La bomba estaba compuesta por al menos 45 kilos de explosivos", aseguró Shafqat Malik, jefe de los artificieros de la policía de la ciudad.
La cadena de televisión Dunya TV mostró casi inmediatamente este jueves imágenes de los restos humeantes de un automóvil y otros vehículos dañados, en medio de un incesante trajín de ambulancias.
El atentado fue cometido en los suburbios de Peshawar, en la carretera que conduce a la ciudad-guarnición de Kohat.
Recientemente, el ejército ha intensificado los combates contra los talibanes y otros insurgentes islamistas en sus bastiones de las zonas tribales fronterizas con Afganistán, cerca de Peshawar.
La semana pasada, al menos 31 personas murieron en Parachinar, un poco más al norte, en un atentado suicida contra la minoría chiíta, objetivo privilegiado de los talibanes sunitas y de otros grupos insurgentes que se han unido a ellos.
Las zonas tribales del noroeste son el bastión del Movimiento de los talibanes de Pakistán (TTP), el principal santuario en el mundo de los dirigentes y combatientes de Al Qaeda y la base de retaguardia de los talibanes afganos.
Tras una relativa tregua de algunos meses, que los observadores atribuyen a intentos de negociación con facciones disidentes del TTP - aunque también a los ataques del ejército paquistaní y de los aviones sin piloto estadounidenses-, los ataques parecen reanudarse desde fines de enero.
Todo ello se produce algo más de 10 meses después de la muerte de Bin Laden, liquidado el 2 de mayo de 2011 por un comando norteamericano en una ciudad-cuartel del norte de Pakistán, donde se escondía desde hace al menos cinco años.