RÍO DE JANEIRO.- La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, anunció hoy la "firme disposición" de su gobierno en reconstruir la Estación Antártica Comandante Ferraz, que fue destruida por un incendio que dejó un saldo de dos militares muertos y uno herido.
Mediante un comunicado de prensa divulgado hoy por la Presidencia, la mandataria se manifestó "consternada" por el accidente, que comenzó en la sala de máquinas de la base, donde se guardaban los generadores de energía.
Rousseff anunció que le encargó al ministro de Defensa, Celso Amorim, que se adopten "todas las medidas necesarias para salvaguardar la seguridad de los científicos, militares y visitantes que se encuentran en la base".
También destacó el "heroísmo" del suboficial Carlos Alberto Vieira Figueiredo y del sargento Roberto Lopes dos Santos, quienes se abocaron a combatir las llamas y acabaron no pudiendo escapar de ellas.
La mandataria subrayó la importancia del programa de investigaciones que desarrolla el gobierno brasileño en la estación científica y militar, y elogió la "abnegación y desprendimiento" demostrado por los cerca de 60 brasileños que trabajan en la base.
Tras el siniestro, personal vinculado directamente con la actividad brasileña en el continente antártico admitió las pérdidas "incalculables" provocadas por el incendio.
"La Estación brasileña en Antártida llegó a su fin", dijo un militar que trabaja en la Secretaría de la Comisión Interministerial para los Recursos del Mar (Secirm) y dirige los trabajos del gobierno brasileño en Antártida. El nombre del militar, citado por la página web del diario "O Estado de Sao Paulo", no fue divulgado.
Por su parte, Yocie Yoneshigue Valentin, coordinadora del Instituto Nacional de Ciencia y Tecnología Antártico de Investigaciones Ambientales (INCT-Antártico), vinculado a la Universidad de Río de Janeiro, dijo que las pérdidas derivadas del incendio son "incalculables" e "inconmensurables".