ROMA.- Un juez antimafia de Caltanissetta (Sicilia) ha emitido cuatro nuevas órdenes de prisión, una de ellas para el jefe de Cosa Nostra, Salvatore Madonia, quien cumple cadena perpetua, tras la nueva investigación por el atentado que acabó con la vida en 1992 del juez Paolo Borsellino y de cinco agentes de su escolta.
Según informaron hoy los medios de comunicación italianos, la jueza instructora, Alessandra Giunta, notificó ayer una nueva orden de prisión para "Salvuccio" Madonia, de 51 años, Vittorio Tutino, de 41 años, y Salvatore Vitale, de 61 años, todos ellos ya detenidos, por la participación en el atentado al magistrado.
También se arrestó bajo la acusación de calumnia, por mentir en uno de los juicios por el atentado a Borsellino, al ex colaborador de la Justicia Calogero Pulci, de 52 años.
La importancia de estos nuevos cargos responden a que se han efectuado como consecuencia de la nueva investigación que llevan a cabo los magistrados del departamento antimafia de Caltanissetta sobre el atentado contra el juez Borsellino.
La investigación fue reabierta tras las declaraciones del ex mafioso y ahora colaborador de Justicia Gaspare Spatuzza, condenado a cadena perpetua por más de 40 homicidios.
El sicario Spatuzza, quien robó el vehículo que la Cosa Nostra, la mafia de Sicilia, utilizó como coche-bomba para atentar contra el juez, sostiene en sus interrogatorios que Borsellino fue asesinado porque se oponía a las negociaciones que se querían emprender entre los mafiosos y el Estado.
La existencia de una negociación entre el Estado y Cosa Nostra ha cobrado más fuerza en los últimos años después de que también las confirmó Giovanni Brusca, el más estrecho colaborador del exjefe Toto Riina.
Según informan los medios de comunicación, los fiscales tienen las pruebas de que Borsellino fue eliminado por Cosa Nostra porque Riina lo consideraba un "obstáculo" en las negociaciones con las instituciones que se habían estancado, y por tanto era necesario una acción para revitalizarlas.
Por tanto, los magistrados añadieron a los cargos sobre los tres acusados del atentado a Borsellino el de "terrorismo", al considerar que se trató de un gesto para obligar al Estado a negociar con Costa Nostra.